Competitividad

Corredor Atlántico y su influencia para Asturias

Un eje clave para la región

Urbano Rubio Arconada

Urbano Rubio Arconada

La batalla entre la supremacía de los corredores ferroviarios españoles llega a los parlamentos y, casi, a las manos. El "lobby" del eje mediterráneo critica con dureza las inversiones ferroviarias previstas para el norte alegando que "no tienen tráfico suficiente" pisando a fondo en su reclamación de más prioridad aún para su proyecto. Los empresarios y políticos del Levante apoyan en tromba el proyecto del Corredor del Mediterráneo, presionando al Estado con reuniones periódicas al más alto nivel ministerial, para conseguir incluso que el proyecto adelante cuatro años el plazo previsto para completar la instalación en 2026. Esta velocidad de crucero del eje mediterráneo, contrasta con la parsimonia que, por falta de estrategia, las regiones del noroeste de España adoptan, justo cuando empiezan a llegar fondos europeos. El Corredor Atlántico permanece estancado, sin que el Ejecutivo central haya nombrado al comisionado prometido hace años, sin plan ejecutor y sin calendario de actuaciones. Ahora mismo, en juego están las inversiones con fondos europeos reservados para el transporte y la movilidad. De no coger la inyección actual de fondos relegaría la infraestructura a un horizonte temporal posterior al 2030, con el consiguiente peligro de que se diluyan en la nada. Sólo el 2% de la carga en España se desplaza en tren frente al 14% en Francia o el 16% de Alemania. Los corredores de transporte ferroviario son un sistema de transporte intermodal para conseguir un desarrollo de la red de eficiencia que incremente los tránsitos entre países, por lo que deben tener la característica de cruzar al menos dos fronteras. Uno de ellos es el Corredor Atlántico que suma unos 6.200 kilómetros, parte de Cádiz, conecta con las localidades portuguesa de Sines, Lisboa y Oporto, cruza en diagonal el interior la Península Ibérica y pasa por Francia, Alemania, Suecia hasta Noruega, dando servicio, mediante ramales, a más de quince puertos marítimos y treinta y cuatro terminales de la fachada portuguesa y de España. En este punto comentar, que el nodo de conexión con los puertos marítimos de Asturias es a través de León, y que el conjunto del proyecto está previsto con vías en ancho europeo, con la variante distópica de las vías de ancho ibérico en la zona asturiana. Asturias es una isla ferroviaria que está actualmente conectada sin cumplir la normativa ferroviaria de vías UCI de métrica internacional de los corredores transeuropeos. El Corredor del Mediterráneo tiene unos 7.000 kilómetros, parte de Algeciras y avanza por todo el litoral mediterráneo español hasta cruzar Francia, Italia, Eslovenia, Croacia y Hungría, y sus promotores prevén conectar el corredor con el norte de África. El proyecto mediterráneo concita el respaldo unánime de políticos y asociaciones empresariales de las regiones afectadas. Mientras en el noroeste de España no hay liderazgo y no se han buscado apoyos suficientes por los territorios que discurre el Corredor Atlántico y anexos, y es que la plataforma del Atlántico, que parecía coger fuerza en 2017, se ha relajado. El primer revés fue la espantada de Cantabria que junto con los vascos apostaron por su propio corredor. Aunque los adelantados en apearse de un "tren tractor" fueron otros, cuando allá por el 2002, con la crisis del "Prestige", el gobierno de entonces anunció el Corredor del Cantábrico. Un proyecto de AVE que contaba con financiación europea y que planeaba iniciar las obras en el 2010 recorriendo 210 kilómetros de costa, de oeste a este, desde Vigo, pasando por Gijón y Oviedo, hasta San Sebastián. El proyecto no avanzó porque una de las comunidades autónomas de la cornisa cantábrica dictaminó que el "impacto ambiental sería enorme para la región": Asturias.

Ahora tenemos otra oportunidad para engancharse al Corredor del Atlántico de facto, por lo que un "gobierno director" con un equipo profesional de gestión interactiva que aporte influjo a nuestro ADN industrial es esencial, prioritario para dinamizar el puerto del Musel y la Zalia como plataforma logística, vital para la economía regional, fundamental para frenar la brecha con las regiones más punzantes. ¿Será éste otro tren que pase de largo?

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