Las alarmas de la violencia machista

Las razones por las que una mujer retira la denuncia contra su agresor

Cristina Martín

Cristina Martín

Si una mujer retira una denuncia contra un hombre por violencia de género deberían encenderse todas las alarmas, y no apagarse, como ocurre en la práctica. ¿Por qué una víctima retira la denuncia contra su agresor, por qué no declara contra él? ¿Por qué niega sus propias acusaciones previas y a menudo le exculpa? Por miedo, porque no es capaz de ver el riesgo que corre (ella y sus hijos); porque cree que será mucho peor denunciarle; porque no confía en que el sistema que debería protegerla lo haga; porque no se atreve a mantener la denuncia; porque se siente tan sola y está tan desorientada por la violencia que sufre que no ve ninguna salida; porque ha entrado en una espiral diabólica en la que ve el mundo con la lógica y la mirada del agresor y por tanto cree lo que él le dice, que nadie la va a hacer caso, que ella tiene la culpa, que ella se lo ha buscado... por estas y otras muchas razones, las mujeres retiran las denuncias o ni siquiera llegan a ponerlas. En esos casos la protección se debería reforzar, y no al revés, porque corren grave peligro, al igual que cuando deciden separarse. Todos los profesionales que tratan con víctimas de violencia de género (empezando por los jueces que otorgan o anulan las órdenes de protección) deberían alarmarse, y mucho, cuando ellas retiran las denuncias o renuncian a declarar contra ellos. Es evidente que el sistema no sirve para proteger a las mujeres (y sus hijos) ni para disuadir o contener a los agresores, que saltan de una víctima a otra con impunidad. La situación es crítica y requiere medidas urgentes contra estos hombres que matan y agreden. Y ayuda de verdad para las mujeres: no más muros contra los que abrirse la cabeza.

Suscríbete para seguir leyendo