Opinión

¿Soñaba Franco con el "Asturies, Patria Querida"?

Las múltiples vidas del himno oficial asturiano

¿Soñaba Franco con el "Asturies, patria querida"? A tenor del reciente artículo –publicado en este diario– de David Guardado sobre nuestro himno oficial, parece que sí, aunque más que sueños placenteros debían ser pesadillas. Retomando una idea que ya fue desarrollada en otros ámbitos, como en el documental "Patria Querida" que la TPA dedicó en 2021 a nuestra tonada más famosa, Guardado procede a referenciar una serie de conexiones por medio de las cuales el aparato franquista se esforzó en emparentar el "Asturies, Patria Querida" como la canción de los borrachos. El objetivo último era desvincular las connotaciones reivindicativas y revolucionarias que ésta había adquirido en los sucesivos acontecimientos históricos donde fue uno de sus protagonistas sonoros: la revolución del 34, la guerra civil, las movilizaciones de los mineros bajo el franquismo o los movimientos asturianistas durante la transición.

No seré yo quien ponga en duda el uso reivindicativo y revolucionario del "Asturies, Patria Querida". No en vano en estas mismas páginas publiqué un artículo sobre los vínculos polacos y republicanos del mismo, así como otro sobre la grabación –una de las primeras realizadas en vinilo– que de él hizo la cantante italiana Maria Monti en 1963 dentro de un epé con el ilustrativo título de "4 canzoni della Resistenza Spagnola". Ahora bien, a expensas de la presentación de argumentos de mayor peso, me permito recelar del contubernio franquista en pos de afianzar el maridaje "Asturies patria querida"/borrachos. Y ello con independencia de que algún sector del "aparato" quisiera desprestigiar, más bien entiendo banalizar, la ya por entonces, y dentro de un amplio espectro ideológico, emblemática canción.

Lo primero que cabe resaltar, y ese es uno de los grandes aciertos del artículo de D. Guardado –más allá de que discrepe en algunos de sus argumentos-, son las "múltiples vidas" de nuestro himno oficial. Nadie cuestiona que fueron numerosas las conexiones que tuvo con los movimientos políticos de izquierdas a lo largo nuestra más reciente historia. Las hemerotecas están plagadas de menciones a tales hechos. Buena parte de los estudios y escritos sobre nuestro himno se han encargado de airearlos. Ahora bien, un profundo estudio de estas fuentes también nos va a permitir colegir que el franquismo –el oficial y el oficioso– enarboló el "Asturies patria querida" como recurso sónico en su profusa relación de actos –oficiales y oficiosos– propagandísticos.

El 18 de julio de 1961, en la celebración en Madrid del "Gran desfile de la Victoria" y en presencia del mismísimo Franco, al paso de los excombatientes desde los altavoces comenzaron a sonar "canciones conocidas y entrañables", entre ellas "Asturias, patria querida" a lo que el público: "que ocupaba las tribunas –autoridades, militares, civiles–, puesto en pie, en un aplauso cerrado y continuo, presenció así el desfile de los excombatientes" ("El Diario de Ávila", 19-7-1961).

Xixón, 23 de junio de 1966, Comandancia Militar, es recibido por las principales autoridades franquistas –alcalde de Xixón y Gobernador Militar, entre otros– el Capitán General del Departamento del Ferrol. Realizó un periplo por algunos emblemáticos lugares de la ciudad, entre ellos el Colegio de la Inmaculada, donde depositó una corona de laurel en honor de los "Héroes de Simancas". En la Escuela de Orientación Marítima es obsequiado "por los miembros de la Hermandad y niños y niñas que allí reciben educación" con el "Asturies, patria querida" ("El Comercio" 23-6-1966).

Podríamos seguir con más ejemplos alejados del estamento castrense, donde articulistas y periodistas afines al régimen abogaban en los medios de comunicación por considerar de facto el "Asturies, patria querida" el himno de la región. Otras veces eran las instituciones civiles, eso sí fuertemente impregnadas por el espectro militar y eclesiástico, las que, de manera más o menos espontánea, lo utilizaban para festejar sucesos relevantes. Ocurrió en la inauguración del primer vuelo comercial entre Asturies y Madrid el 7 de setiembre de 1952 que acabó con los privilegiados pasajeros –entre ellos el gobernador civil y jefe del movimiento Francisco Labadie Otermín– entonando cuando sobrevolaban la cordillera Cantábrica "el himno oficial de Asturias, que así es la canción ‘Asturias patria querida’, al que siguió después, el de la Virgen del Auseva". ("Hoja del Lunes", 8-9-1952).

Dentro del campo de la música hubo un hecho que me parece especialmente ilustrativo de la positiva consideración que la sociedad civil en general, y la administración franquista en particular, tenían de esta composición. En 1965 el disco recopilatorio "¡Asturias, Patria Querida…!", editado por Phillips, fue galardonado en el "Decimo Gran Premio del Disco" en Barcelona, junto con uno de flamenco, y ¡oh sorpresa! el larga duración grabado por el Generalísimo –este obtuvo el primer premio– bajo el título "25 años de Paz, la palabra de Franco". Macabra ironía aparte, ¿alguien se imagina el reconocimiento institucional de un disco con el nombre, en letras mayúsculas y ocupando buena parte de la portada, de la canción que se quería desacreditar a toda costa? Y aunque ya adelanto que en él no se recoge ninguna versión de nuestro himno, a estas alturas ya todo el mundo sabía de su existencia y lo significativo que suponía titular así una grabación de folclore asturiano. Por cierto, ambos trabajos, el de Franco lo desconozco, fueron promocionados en el pabellón que España instaló en la Feria Internacional de Nueva York de ese año.

Por supuesto, habrá, y con razón, quien pueda alegar que las hemerotecas, aparte de otras manifestaciones artísticas de esta época como el cine, el humor gráfico, el teatro…, sobremanera avanzados los años 60 y 70, también están repletas de la conjunción "Asturies, Patria Querida"/ingesta de alcohol. Pero de ahí a concluir la creación de toda una trama con el fin de desligar el "Asturies, Patria Querida" de cualquier connotación política y reivindicativa me parece excesivo. Primero porque llegaba tarde: allende, y dentro de nuestras fronteras, tal unión ya estaba apuntalada entre el sector de la población más comprometido y movilizado. Y segundo, porque otro importante, y nada despreciable, sector de la población, ya había interiorizado esta canción como su himno patriótico regional y de romería. La cuestión de los borrachos resultaba ofensiva, pero no más que otro buen número de estereotipos y clichés que siempre –por desgracia– se usan para definir a algunas comunidades y sus habitantes.

"Asturias, kore kun varmo/Montara lando amata" comenzaba la versión en esperanto del "Asturies, Patria Querida" (Kanto de Asturias) que publicó en mayo de 1929 la revista "Hispana Esperanto". No deja de ser premonitorio que una lengua que aspiraba a eliminar las barreras lingüísticas entre naciones se fijase, en tan temprana fecha, para hacer esta glosa. O tal vez precisamente por eso, por el "éxito" que desde sus –por el momento inescrutables– inicios la misma tuvo, se hacía necesario traducirla al lenguaje que hipotéticamente facilitaría la comunicación universal. Esa es precisamente la "virtud histórica" del "Asturies, Patria Querida", haber servido de coartada musical de los más diversos movimientos políticos y actos sociales, y nos guste o no, entre ellos también estuvo –sin necesidad de conspiraciones varias– su asociación a la juerga etílica. ¿Tendrá algo que ver su instauración, hace ya bastantes décadas, como himno oficial del Descenso Sella? A su difusión internacional, y con creces, sí lo consiguió.

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