El Observatorio del Jardín Indiano cataloga en solo unos meses más de 500 referencias

El ingeniero agrónomo Daniel Varela lidera un proyecto para documentar estos espacios y preservar el patrimonio del legado de la emigración

Jardines de la Quinta Guadalupe, al fondo, sede del Archivo de Indianos, en Colombres (Ribadedeva), en una imagen de archivo. | Ramón Díaz

Jardines de la Quinta Guadalupe, al fondo, sede del Archivo de Indianos, en Colombres (Ribadedeva), en una imagen de archivo. | Ramón Díaz / Julia Quince

Julia Quince

El proyecto "Observatorio del Jardín Indiano", liderado por el ingeniero agrónomo de raíces llaniscas Daniel Valera, da frutos abundantes. Los investigadores que integran el grupo que se ha embarcado en esta iniciativa, han logrado catalogar en tan solo unos meses un total de 500 referencias de estos vergeles que suelen acompañar a las casonas y palacetes de arquitectura indiana. Una parte importante del listado que se ha creado lo conforman espacios localizados en el concejo de Llanes.

Esta iniciativa tiene por objetivo documentar y preservar el legado de este tipo de jardines que llegaron de la mano de los indianos, cuando los que hicieron con fortuna las Américas regresaron y construyeron mansiones o edificaciones más modestas pero que en cualquier caso eran una manifestación del éxito económico que había tenido su aventura al otro lado del Atlántico.

"Hemos trabajado mucho en estos últimos meses y el proyecto ha madurado. La primera etapa del proyecto consistió en localizar todos esos jardines. Ahora, en la segunda fase, nos centramos en estudiarlos a fondo, catalogarlos y buscar apoyo económico para seguir expandiendo el proyecto", explica Valera. El catálogo que han logrado crear registra además los detalles específicos de cada construcción y sus jardines, la época de la que datan, la influencia arquitectónica de cada inmueble y su ubicación geográfica. Además, han elaborado un mapa interactivo que muestra las coordenadas exactas de ubicación, lo que permite una visualización en detalle de su distribución a lo largo del territorio asturiano a través de herramientas como Google Street View.

Valera destaca la importancia de esta primera fase del proyecto que solo es "la punta del iceberg de algo mucho más grande" y ya se lanza en profundidad a una segunda etapa más ambiciosa que permitirá responder a preguntas fundamentales sobre la creación, evolución y actual estado de estos espacios verdes. "Trataremos de completar información recopilando datos históricos y arquitectónicos, así como de ingeniería y botánica. En la bibliografía existente no se habla nada del jardín desde el punto de vista del paisajista y queremos saber por ejemplo, qué tipo de suelo tenían, qué máquinas utilizaban en aquella época para su construcción, qué plantas importaron de América, o el origen de la mítica palmera". Según explica, este análisis será crucial para identificar áreas que requieran posibles actuaciones de conservación.

El objetivo a largo plazo del proyecto del "Observatorio del Jardín Indiano" es llegar a catalogar otros 500 ejemplos de arquitectira y jardines indianos para alcanzar, como mínimo, el millar de referencias y que estas correspondan a todos los puntos de la región.

"Este esfuerzo permitirá un entendimiento más completo del legado y el impacto de los indianos en la cultura y el paisaje de Asturias", explica Valera. Actualmente, una parte muy significativa de estos espacios catalogados ya se encuentra en Llanes, con 260 referencias encontradas. En la comarca del Oriente también se registran numerosas referencias, aunque en menor medida, en los concejos de Ribadesella, Parres, Ribadedeva, Piloña, Colunga, Ponga, Peñamellera Alta y Peñamellera Baja.

A partir de esta primera actuación de recogida de datos y catalogación, el grupo se plantea que en 2024 pueda ser posible la formación de un equipo de investigación multidisciplinar, que incluirá historiadores, arquitectos, paisajistas, ingenieros y botánicos.

Su objetivo principal es expandir el proyecto inicial y convertirse "en un valioso recurso para la preservación del patrimonio histórico" de la región en lo que respecta al legado de la arquitectura indiana.

Una de las herramientas clave para el avance del proyecto será la incorporación de tecnología puntera, según explica Daniel Valera, incluyendo sistemas de información geográfica (SIG), fotogrametría, vuelos de dron y técnicas de inteligencia artificial para seguir avanzando en una investigación que promete.

Estas tecnologías, señala, facilitarán la catalogación y estudio detallado de los jardines, así como el análisis de grandes volúmenes de datos. "Se trata de una iniciativa sin precedentes", añade Daniel Valera.

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