La glorieta del parador de Cangas, adjudicada en 2022, aún sin obras

Los vecinos y usuarios habituales de este punto negro de la N-625 exigen el inicio de los trabajos y un paso de peatones

El cruce de Vega los Caseros de la N-625. | J. M. C.

El cruce de Vega los Caseros de la N-625. | J. M. C. / J. M. Carbajal

J. M. Carbajal

J. M. Carbajal

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana adjudicó en abril de 2022 por 4 millones de euros un contrato de obras para la mejora de intersecciones en las autovías y carreteras A-66, N-630, N-625 y N-634 a su paso por Asturias. Entre ellas, la rotonda de la carretera N-625 en Vega los Caseros, concejo de Parres, en el acceso al parador de turismo Monasterio de San Pedro de Villanueva (Cangas de Onís). Las citadas obras, una vez ejecutadas, aumentarán la seguridad vial en los nudos viarios, mejorando las condiciones y reordenando la disposición de los mismos. Sin embargo, pese al tiempo transcurrido, no hay ni rastro de los trabajos para que la intersección pase ser una glorieta cerrada.

Se da la circunstancia de que, en el año 2015, el Ministerio de Fomento, entonces dirigido por Ana Pastor (PP), barajó una actuación concreta para la glorieta abierta que tiene salidas al núcleo rural de Vega los Caseros, en Parres, y también a la localidad de Villanueva, en Cangas de Onís. Tenía una dotación de 197.177 euros y se preveía hacerla realidad en el ejercicio de 2016. Nunca más se supo de ella.

Los años han ido pasando, varios accidentes circulatorios se han registrado en ese punto negro de la N-625 y la obra sigue a la espera, pese a que la tramitación burocrática con los vecinos afectados hace tiempo que se llevó a cabo.

La ansiada actuación formaba parte de un paquete de medidas del Ministerio de Fomento para mejorar la seguridad de nueve cruces y enlaces de las carreteras del Principado de Asturias que están entre los más peligrosos de la red viaria autonómica. Dentro de este proyecto general se están ejecutando rotondas en las localidades sierenses de La Carrera y Colloto. La primera está prácticamente lista y tanto en Vega los Caseros como en Villanueva se espera que una vez que terminen los trabajos le llegue el turno a la N-625.

Por otra parte, los vecinos de ambos núcleos rurales, separados por la N-625 y el río Sella, aguardan a que el Ministerio de Fomento aproveche esa actuación para dotar de un paso de cebra a las inmediaciones de la esperada rotonda y de acceso al puente nuevo de Villanueva, evitando la peligrosidad para peatones y viandantes, debido al notable tránsito de tráfico que registra ese vial entre Arriondas y Cangas de Onís. Se trata de una vieja reivindicación vecinal que aguarda por una solución satisfactoria tras años de paciente espera.