Récord histórico del gamonéu, 177.326 kilos en 2023: "Fuera de Asturias se va conociendo y consumiendo cada vez más"

"Nos queda dar el salto a la exportación, pero quizá la producción actual no sea suficiente", destaca la presidenta del Consejo Regulador, Graciela Valle

Graciela Valle, con dos quesos de Gamonéu.

Graciela Valle, con dos quesos de Gamonéu. / Julián Rus

Ramón Díaz / J. M. Carbajal

El queso de Gamonéu triunfa. Está de moda. Cada año más. El año pasado logró unos registros históricos. Alcanzó la mayor producción de su historia, 177.326 kilos de queso, lo que supone haber batido el anterior récord, registrado en 2022, nada menos que en un 25 por ciento. "Nuestro queso tiene mucha aceptación, cada vez más, y nos vamos expandiendo poco a poco. Se vende bien en el mercado. Estamos muy contentos con los datos de 2023", manifestó ayer Graciela Valle, presidenta del Consejo Regulador de la denominación de origen protegida (DOP) "Gamonéu".

Sobre las razones del importante aumento de la producción, Valle señaló dos motivos. Uno, que se incorporó a la DOP una nueva quesería, abierta en La Prunal, una finca de Bobia Arriba, en el concejo de Onís, que da nombre al gamonéu más moderno, que también se etiqueta con la marca "Las Bobias". Son unas instalaciones de vanguardia en las que se mantiene el carácter artesanal bajo las normas establecidas por la DOP y en la que están estabuladas 70 vacas frisonas pintas, 83 ovejas Assaf y 250 cabras de las razas malagueña y murciana.

El segundo motivo por el que ha aumentado la producción es que prácticamente todos los elaboradores, 18 de la modalidad del valle y 4 del puerto, han elaborado más queso. Mención especial merecen, según la presidenta de la DOP, los cuatro elaboradores de gamonéu del puerto, que pese a que son los mismos que el año anterior han conseguido incrementar su producción en un 9 por ciento.

Valle no descarta que este año suba aún más la producción de gamonéu, porque está cercana la apertura de una nueva quesería. El objetivo es ahora expandirse aún más, ya que la mayor parte de la producción se comercializa en Asturias. Y aunque a nivel nacional se encuentra gamoneu casi en exclusiva en sitios gourmet, se va conociendo y consumiendo cada vez más, destaca Valle. El sueño de los rectores de la DOP es dar el salto al mercado internacional. Saben que un producto artesano de calidad como el gamonéu tendría gran aceptación. "Nos queda dar el salto a la exportación, pero quizá la producción actual no sea suficiente" para entrar en los mercados internacionales, donde una de las exigencias es la cantidad.

Piezas de gamonéu en una edición anterior del certamen de esta variedad quesera celebrado en Benia (Onís). | LNE

Piezas de gamonéu en una edición anterior del certamen de esta variedad quesera celebrado en Benia (Onís). / LNE

Los datos aportados por el Consejo Regulador revelan que se ha pasado de 21 en 2022 a 22 elaboradores el año pasado, y de 25 ganaderos inscritos en la DOP a 27. Más: La leche elaborada para producir queso de Gamonéu paso desde 1.738.536 litros en 2022 a 2.117.841 litros el año pasado, lo que supone un aumento del 22 por ciento.

Otra realidad reflejada en los datos es que cada vez se venden más cuñas de queso. Así, mientras que el número de porciones contraetiquetadas en 2022 fue de 55.583, el año pasado fueron 69.170, un 24 por ciento más. Mientras tanto, el año pasado se contraetiquetaron 73.280 quesos completos, por los 62.835 del año anterior; esto es, un incremento menor, del 16,6 por ciento. El total de piezas contraetiquetadas pasó de las 118.418 de 2022 a las 142.450 de 2023. Traducido: un 20,3 por ciento más. En cuanto a los tipos de leche utilizadas para elaborar el queso, la de vaca aumento un 20 por ciento, la de oveja un 15 por ciento uy la de cabra un 4 por ciento.

El gamonéu, que se elabora en los concejos de Onís y Cangas de Onís, es uno de los quesos más cotizados del mercado mundial. En el último certamen de esta variedad quesera el queso del Puerto se vendió a 50 euros el kilo, mientras que la del Valle no tuvo precio unificado y las piezas se vendieron entre 25 y 40 euros el kilo, en función de si eran de una, dos o tres leches, del tiempo de maduración y de otros aspectos.