"Le teníamos una confianza ciega", declaran sobre el acusado los afectados del desfalco de Cangas de Onís

Manuel Mori culpó del agujero a la fusión del Pastor con el Popular y dio esperanzas a los clientes: "Me dijo que lo iba a recuperar todo"

Manuel Armando Mori, a la derecha, los abogados de las acusaciones y el fiscal.

Manuel Armando Mori, a la derecha, los abogados de las acusaciones y el fiscal. / Miki López

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

"Esta noche casi me tiro del puente de Cangas de Onís", confesó Manuel Armando Mori a uno de los mayores afectados del desfalco del Banco Pastor, un inversor asturmexicano que vio volatilizados 798.000 euros. Acababa de descubrirse el agujero de su "banca paralela", cifrado finalmente en 5 millones de euros, con 45 clientes afectados. El asturmexicano fue uno de los 11 perjudicados que prestaron declaración este miércoles en el juicio que se desarrolla en la sección segunda de la Audiencia. "Lo conocí en el Centro Asturiano de México, me lo presentó el director del Banco Pastor de allá. Me dijeron que era la mejor sucursal de Asturias y Mori, muy profesional. Ofrecía unos intereses a la altura de Miami o Nueva York. Tenía cuatro cuentas, con 800.000 euros. Tenía un piso en Cangas, al que iba de vacaciones. Para hacer frente a los gastos y los impuestos a lo largo del año, él me hacía firmar en unos papeles, 15 o 20, en blanco, para hacerme esos cargos", explicó.

Fueron esos papeles firmados en blanco los que, según este inversor, aprovechó Mori para dejarle las cuentas a cero. "Al final, me empecé a inquietar un poquito y fui al Popular a Oviedo y pedí mi estado de cuentas. No quedaba nada. Le pedí explicación de mi dinero. Me dijo que había un problema, lo atribuía a la fusión del Pastor y el Popular", añadió.

A otros clientes les aseguró que les iba a pagar hasta el último céntimo. Los citó, según aseguraron, en el despacho de un conocido abogado cangués. "Me dijo que no me preocupara que lo iba a recuperar todo", explicó un afectado, al que el desaparecieron 23.000 euros de la cuenta que tenía con su padre. Eso sí, todos aseguraron que tenían una "confianza absoluta" en Mori, al que conocía desde siempre en Cangas, y antes que él, a su padre. El banco que dirigía tenía fama de ofrecer buenos intereses, tanto a quienes solo querían depositar su dinero como a quien tenía necesidad de un préstamo. Eso sí, ninguno de los afectados escuchó que Mori se dedicase a dar préstamos a personas que no eran susceptibles de recibirlos, por su situación económica desesperada. Es la teoría de las acusaciones, que Mori utilizaba el dinero para préstamos de riesgo. Los letrados inquirieron a los afectados si habían dado permiso a Mori para que prestase su dinero, la respuesta fue invariablemente negativa.

Pero, ¿cómo se las arreglaba Mori para disponer del dinero? Uno de los propietarios de una conocida carnicería canguesa, al que le volaron 94.000 euros de una cuenta, más 30.000 de otra, explicó el modus operandi: "Él aprovechaba que iba al banco a cambiar dinero para la carnicería y me decía que habían vencido los fondos y tenía que firmar. Me lo enseñaba en el ordenador y como tenía confianza ciega en él, firmaba, sin saber qué. Pero nunca autoricé a hacer reintegros de esas cuentas".

Otra clienta, que estaba autorizada por sus primas de Miami para hacer gestiones en su cuenta, de la que desaparecieron 180.000 euros, dijo que Mori, "cuando ya iba a marchar, decía que esperase un segundín y me hacía firmar papeles con membrete del banco, y alguna vez, en blanco, porque había un problema informático".

Otros tuvieron más suerte. El depositario de 170.000 euros para fondos de inversión, reclamó la devolución "cuando vi que no daba beneficios y que no estaba el dinero en la cuenta". Mori le devolvió 130.000 euros en varias tandas, e incluso le dio algún certificado de la deuda, todo ello antes del escándalo. En otros casos, el banco cubrió parte de la deuda. "Nos dijeron que si queríamos el resto, reclamásemos judicialmente", declararon varios clientes.

El juicio continúa este jueves con más testigos. La defensa de Mori, a cargo de Ignacio Álvarez-Buylla, ha renunciado a los 90 testigos que había convocado, en su mayoría beneficiarios.