No sé si empezar por lo del oso o por lo del bar. Lo haré por éste. Llevo una temporada yendo a comer el menú del día a un bar de mi barrio donde me tratan a la baqueta: la camarera me da cogotazos si no termino un plato; cuando protesto a la cocinera porque se pasa con la sal me suelta una bofetada; en una ocasión pedí el libro de reclamaciones y salí de allí a bastonazos... Un sinvivir. Veremos qué me espera mañana. ¿Lo del oso? Esto trata de un cazador que fue a Somiedo, encontró un oso, disparó malamente y el oso fue tras él, lo atrapó y lo sodomizó; un mes después, volvió al monte, avistó al animal pero tampoco hizo diana y el plantígrado le dio su merecido por el mismo sitio que la otra vez; repuesto de su falta de puntería, insistió el diletante y de nuevo erró, cuando lo tenía a huevo. Entonces le dijo el oso: «¡Huy, huy, huy! Me parece que tú no vienes a cazar».