Viene de la página anterior

El nuevo museo interactivo y virtual es la solución final para un desnivel de 20 metros de altura que dejaba a la vista un muro irregular de piedra caliza con oquedades, lo que lo hacía poco consistente y muy propicio a los desprendimientos. Se buscaron mil y una maneras para arreglarlo, y finalmente se ha construido un edificio que recuerda las construcciones de la ciudad jordana de Petra.

El edificio diseñado por Salvador Pérez Arroyo buscaba consolidar el talud, tras varios proyectos que fracasaron por la oposición de los vecinos. El proceso comenzó con la construcción del muro exterior, el que mira al campo de fútbol. Era algo así como tapar el talud. El desnivel, que ha sido saneado, se sujeta con unas gigantescas costillas que lo recorren desde la base hasta la parte alta y que evitan que la presión se traslade al muro exterior.

El espacio generado entre este muro y el talud se dividió en tres plantas hasta lograr una superficie total de 900 metros cuadrados llenos de recovecos. No se trata de un edificio al uso ya que uno de sus laterales es un irregular talud de piedra que ha quedado a la vista y que marca la arquitectura y la estructura del conjunto. Así, el contenido del futuro museo tendrá que adaptarse a un especial continente.