Carolina G. MENÉNDEZ

Una corta pero fulminante enfermedad acabó el sábado con la vida de Pedro Morate León, doctor ingeniero de minas y fundador de Industrias Doy, en Trubia. Había nacido en Mieres hace 78 años y aunque jubilado desde hace aproximadamente una década, mantenía una intensa actividad que sólo se vio mermada por la enfermedad que le sobrevino hace unos seis meses. Hoy, lunes, a las once y media de la mañana, sus restos mortales serán incinerados en el tanatorio de los Arenales y a las cinco de la tarde las cenizas serán recibidas en la iglesia parroquial del Corazón de María donde se celebrará el funeral por su eterno descanso.

Pedro Morate León deja esposa, María Covadonga Martínez-Guisasola Villagrá; tres hijos; Doyi, Pedro y Covi, y cuatro nietos. Ayer, su único hijo varón lo recordaba como «un padre responsable y ejemplar, un marido devoto de su mujer y un abuelo cariñoso y entrañable». De la vida profesional de su padre destacaba su relación con el mundo de la minería -«fundó y sacó adelante la fábrica de Trubia», así como su plena entrega a los quehaceres laborales: «era un trabajador incansable».

Pedro Morate compatibilizó su intensa actividad empresarial con dos de sus aficiones; el golf que practicaba en La Barganiza, club al que pertenecía desde sus inicios, y los veraneos en Mallorca, donde la familia posee una vivienda. Desde hace más de 30 años disfrutaba todos los veranos de la playa y el mar en compañía de su familia, e incluso recientemente, ya debilitado de salud, quiso viajar a la isla en la que tantos momentos de disfrute obtuvo. Descanse en paz.