La estación potabilizadora de Cabornio supone un importante avance para la red de abastecimiento de Oviedo, pero su potencial se verá incrementado una vez que la planta se conecte a la nueva tubería del canal del Aramo -con más diámetro que la traída que está funcionando ahora- y a los depósitos que están parados en El Cristo desde hace más de diez años a pesar de haber costado 11 millones de euros. Ese momento, según afirma el presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, Ramón Álvarez Maqueda, está cada vez más cerca. "Quedan por concluir los trabajos en el vallado y cerrado de los depósitos, pero una vez que se termine se producirá la cesión al Ayuntamiento de Oviedo para que asuma su gestión si está de acuerdo con todo lo que se ha hecho", mantiene Maqueda, que calcula que los nuevos depósitos de El Campón puedan entrar en funcionamiento "este mismo año".

Ramón Álvarez Maqueda también está convencido de que la cesión de la tubería construida por CHC para el canal del Aramo se producirá este año. El Consistorio ovetense ya había recepcionado la obra en marzo del año 2013, pero se la devolvió de nuevo a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico en febrero de este año al aparecer "una serie de fallos", según fuentes municipales. Esos fallos se hicieron patentes en la tubería a la altura de la localidad de Palomar, en Ribera de Arriba, donde se llegaron a registrar varias fugas y al menos dos graves inundaciones. "Eso ya está solucionado y no va a volver a ocurrir", asegura el presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico.

La conducción del agua que sale desde la nueva potabilizadora se canaliza a través de las viejas tuberías de la red municipal, que tiene 450 milímetros de diámetro menos que la nueva. A su vez, ese suministro se almacena en unos depósitos que están situados muy cerca de los nuevos, concretamente en el solar de Los Quintos, también en El Cristo. "Hay buena disposición por parte de todas las partes y no tiene por qué haber problemas para llegar pronto a un acuerdo", sostiene el alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo.