El colegio público de Ventanielles vela por que todos sus alumnos tengan libros de texto y protagoniza una cruzada contra la exclusión social gracias a su directora, María Jesús Barcia, que este curso ha puesto en marcha por primera vez en la historia del centro un programa de distribución gratuita de los manuales de clase. Así, los becados -que reciben una ayuda de 105 euros para comprar el material reglado- y aquellos que donen los ejemplares de años anteriores tienen derecho a conseguir los libros de forma gratuita, nuevos o usados. "La beca de la Consejería de Educación no nos da para comprar todo lo que necesita un crío porque, de media, nos gastamos 350 euros sólo en los libros". Lo dice Blanca Fernández, madre de una niña de quinto de Primaria y de un chaval de Secundaria, que hasta ahora se gastaba "unos 700 euros entre los dos".
El colegio gestionó este curso de forma directa 16.000 euros provenientes de las becas, es decir, que los adjudicatarios entregaron al centro el dinero de las ayudas para que la dirección se encargase de comprar los libros. De esta forma, entre los textos "de paquete" y los donados de segunda mano, todo el alumnado con necesidades económicas tiene la lista completa de ejemplares en la mochila. "Nos han sobrado unos 12.000 euros que, unidos al dinero que recibiremos para el curso 2015-16 esperamos que nos llegue para comprar textos el próximo curso, cuando la totalidad de los contenidos estén adaptados a la nueva ley educativa LOMCE, y por tanto, cambien los libros", explica la directora del colegio, que también ha puesto en marcha otras medidas complementarias para asegurarse de que ningún alumno se pierda de página.
Los profesores de Ventanielles elaboran el contenido de 1º, 3º y 5º de Primaria (por el momento, los únicos cursos adaptados a la LOMCE en Asturias) y se los pasan fotocopiados a los estudiantes. Además, los alumnos de los seis primeros niveles de Primaria no tienen libros de inglés, música y religión católica. Más ahorro para el bolsillo de las familias.
Los niños reciben los libros gratuitos a principios de curso, en un aula del propio colegio, en la que también se almacena material escolar. "Los críos lo ven como algo normal, sin que les genere traumas y sin que nadie les señale con el dedo por no tener dinero", explica Blanca Fernández, para quien Ventanielles es "un cole de bandera".
