En la calle a la que los ovetenses suelen referirse como Salsipuedes, en pleno casco antiguo, hay desde ayer dos placas enfrentadas y en ninguna pone Salsipuedes. En la más antigua, a la derecha y de piedra, se lee "Calle Ildefonso Martínez" y en la de la izquierda, descubierta ayer por el Alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, y por el decano del Colegio de Médicos de Asturias, Alejandro Braña, figura el mismo nombre, seguido de una leyenda. El texto explica que fue un médico que murió de cólera atendiendo a los infectados en la epidemia que asoló la ciudad en el verano de 1855. El homenaje que ayer le dedicó la ciudad fue también, en palabras Braña, "un homenaje a todos los médicos de Asturias" y "al altísimo nivel de autoexigencia y de sacrificio generoso que lleva aparejada la profesión".

El nombre de la calle Salsipuedes fue sustituido por el de Ildefonso Martínez en 1895, si no en el uso de los ovetenses sí en el callejero. Emilio Campos, investigador de la historia local, glosó al médico, natural de Benia de Onís, de origen humilde y cuyos últimos días estuvieron gobernados por la fatalidad.

Ildefonso Martínez era médico de baños del balneario de Fuensanta y se incorporó al equipo sanitario con que el Consistorio ovetense se dispuso a atajar la nueva epidemia de cólera, una enfermedad que ya había diezmado a la población ovetense en dos oleadas anteriores, en 1834 y 1854. Campos contó que el médico, el único hijo de una viuda y con un prometedor futuro en la capital, se infectó el último día de servicio en Oviedo y murió a los 34 años. Fue enterrado en el Prao Picón y en 1920 sus restos fueron trasladados al cementerio de San Salvador, en una carroza fúnebre que salió de la capilla de la Universidad y que recorrió la ciudad seguida de un cortejo popular.

Veinticinco años antes, aprovechando que los vecinos de Salsipuedes se quejaban de que ese nombre les resultaba demasiado informal, Arturo Álvarez-Buylla, hijo del médico Plácido Álvarez-Buylla, que combatió junto a Ildefonso Martínez el cólera en Oviedo, propuso el de su amigo para rebautizar la calle más intrincada del Antiguo.

El Colegio de Médicos de Asturias decidió actualizar su memoria cuando advirtió que la tumba de Ildefonso Martínez necesitaba una reparación urgente y aprovechando la ocasión propusieron al Ayuntamiento que colaborase con él en la recuperación de su memoria.

Esa petición se materializó ayer. Braña y Agustín Iglesias Caunedo descubrieron la nueva placa de la calle y conformaron una curiosa postal, ante la pared de un edificio abandonado lleno de pintadas. Después, en el salón de actos de la Casa Consistorial, no muy lejos, se celebró un sencillo acto. "Este es un pequeño gesto con el que tratamos de acercar la historia de Oviedo a la gente", comentó el Alcalde. Habló del vínculo de la ciudad con la Medicina y del sector sanitario como motor económico. Y citó algunos pasajes escritos por Ildefonso Martínez, en los que dejó constancia de su código ético y que, resumidamente, consistía en "ser humano, ayudar al que está al lado y ser independiente".

En un aparte, el Alcalde se refirió a lo pronto que este año se han dado a conocer los conciertos de San Mateo. Explicó que "si queremos vender los conciertos fuera hay que hacerlo lo antes posible" y dijo estar convencido de que Iggy Pop arrastrará a mucha gente.