El nuevo alcalde de Oviedo, Wenceslao López, supo que iba a serlo a las 18.57 horas de ayer, tres minutos antes del inicio del acto de investidura. Ana Taboada se lo chivó al oído nada más llegar al salón de plenos y, de repente, él se vio sin discurso de investidura. Así que su comparecencia fue mitad preparada al galope, mitad improvisada. Antes de ser elegido alcalde, en su turno de discurso, lo dejó caer nada más ponerse a hablar: "Es un día muy importante para todos nosotros. Para algunos se nos quedará grabado en la memoria. En mi caso especialmente", aseguró el dirigente socialista. "Vuelvo con ganas e ilusión al Ayuntamiento, para trabajar en un gobierno progresista. Tenemos un proyecto común de progreso, un proyecto sólido, de rigor y de futuro", señaló.

En ese momento ya daba por hecho lo que se confirmaría poco después. López, que ayer recibió llamadas de la Federación Socialista Asturiana (FSA) hasta una hora antes de la sesión, según confirmaron a este diario fuentes de su entorno, reconoció que lo había pasado mal, que había "superado muchas dificultades". "Las cosas se nos torcieron y parecían imposibles. Pero cuando se quiere y se tiene la voluntad, las cimas se pueden alcanzar. La utopía es posible cuando se lucha por ella", afirmó.

El alcalde electo enarboló dos discursos muy parecidos. Primero, en su turno y luego, el de la investidura. López prometió un Ayuntamiento "más transparente" y "para las personas" porque, dijo, "estamos listos para rehacer el Ayuntamiento y Oviedo". Y habló de una ciudad "más amigable, con otra filosofía, otro urbanismo, un Oviedo para vivir y no para hacer negocio", señaló. "El dinero público es sagrado", dijo.

El dirigente socialista habló de "dedicar nuestro esfuerzo a los más desfavorecidos", de "cobrar al que más tiene y devolvérselo al que menos tiene", de "mejorar los barrios y eliminar el empleo precario". Además, agradeció el apoyo a IU y "especialmente a Somos", fuerza a la que le reconoció la condición de "partido más votado de la izquierda". "Así es la democracia y hay que asumirla", apuntó el nuevo alcalde, que remachó: "Antes que socialista yo soy demócrata".