Cuatro folios con órdenes precisas para la realización de planes de autoprotección que garanticen la seguridad de las fiestas de San Mateo, con especial atención a los conciertos de la plaza de la Catedral. El alcalde de Oviedo, Wenceslao López (PSOE), decidió intervenir en la organización de las fiestas de septiembre, competencia de su socio de gobierno Roberto Sánchez Ramos (IU), ante el aluvión de críticas surgidas y las dudas planteadas en los informes policiales sobre los aforos y la seguridad de los recitales en la céntrica plaza.

Los asesores de la Alcaldía dieron ayer a conocer este informe, si bien Wenceslao López firmó la instrucción el pasado miércoles, tras reunirse el martes con responsables de la Policía Local y los bomberos para ponerse al día. Al final, atendiendo a las instrucciones redactadas por el Alcalde, ayer se celebró una reunión de trabajo entre todas las áreas afectadas (Festejos, Seguridad, Urbanismo e Infraestructuras) en la que se dieron los primeros pasos para la redacción, por primera vez en la historia de San Mateo, de un plan de autoprotección para todos los escenarios de las fiestas. El proyecto es tan exhaustivo que requiere la contratación (a dos semanas de las fiestas) de un técnico especialista en seguridad, del que el Ayuntamiento de Oviedo no dispone en su plantilla.

Tras conocerse el documento con las instrucciones del Alcalde, todas las miradas se fijaron ayer en Roberto Sánchez Ramos. Lejos de sentirse desautorizado por su socio de gobierno, el edil de Festejos aseguró que había ido "un paso más allá" ampliando "las instrucciones del Alcalde y las exigencias lo que marca la ley". En un primer momento -en concreto el miércoles de la semana pasada, nada más incorporarse de sus vacaciones- Sánchez Ramos había dicho que, en atención a un decreto ley, la Catedral no necesitaba un plan de seguridad y que lo único que había que hacer era controlar los accesos con policías para evitar aglomeraciones.

Así las cosas, en el plano técnico, además de acordar la contratación de un especialista en seguridad, en la reunión de ayer en el cuartel del Rubín se cotejaron planos y aforos. El espacio de la Catedral es el que es y los últimos informes firmados por los jefes de la Policía y los Bomberos sólo garantizan la evacuación, en caso de emergencia, de 3.600 personas. Tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA en sus páginas de ayer, la única solución que permite ampliar el aforo de la plaza es habilitar más vías de evacuación. Lo que se pretende es mover chiringuitos y terrazas en la calle Eusebio González Abascal (la que une la plaza de Porlier y la de Catedral) para que no quede anulada y cuente como vía de escape. Según ha podido saber este periódico, llevando a cabo estos cambios, la Policía y el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) pueden garantizar la evacuación de 5.000 personas, lo que permitiría elevar a esta cifra el aforo de los conciertos de la plaza de la Catedral.

Las instrucciones dictadas por Wenceslao López en materia de seguridad para San Mateo también hacen alusión al paseo del Bombé, al desfile del Día de América en Asturias y a la noche de los fuegos artificiales. "En todos esos eventos es fundamental y además obligado definir los mecanismos y planes necesarios para garantizar unos niveles de seguridad aceptables", detalló.