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La SOF, inmersa en una "anomalía" jurídica que puede llevarla a su disolución

La junta de la sociedad pide al secretario que informe sobre su legalidad y se da un año de plazo para buscar su encaje en el Ayuntamiento

El desfile del Día de América en Asturias de este año. LNE

La Sociedad Ovetense de Festejos (SOF), una institución local que el próximo año cumplirá 70, va camino de su disolución o, al menos, de un cambio radical en su relación con el Ayuntamiento de Oviedo. El motivo principal es su condición de entidad privada pero totalmente intervenida y financiada por lo público, una "anomalía" jurídica en los términos que ya empleó el secretario municipal en un informe relativo a los chiringuitos de San Mateo. Ahora, el secretario tendrá que volver sobre el asunto analizando en profundidad la forma en que la SOF se relaciona con el Ayuntamiento. La junta de gobierno de la sociedad así lo acordó ayer, vista la complejidad para redactar un nuevo convenio que regule la relación entre la administración local y la sociedad encargada de organizar las fiestas.

A la Sociedad Ovetense de Festejos le han caído encima las dos leyes nacionales que recientemente se esgrimieron en relación a la Fundación Premios Líricos y a la fundación que gestiona la orquesta Oviedo Filarmonía. Se trata, por un lado, de la disposición adicional novena de la ley 27/2013, de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local, donde se dispone que las entidades que no estén en situación de superávit y estén controlados exclusivamente por entidades locales deberán integrarse en la administración o bien ser disueltos. La otra norma es la ley 40/2015 de Régimen Jurídico del sector público, que entra ahora en vigor y que prohibe que los convenios escondan contratos.

En todo caso, será el secretario municipal el que se pronuncie sobre el asunto y analice la legislación actual y el posible encaje de la SOF dentro del Ayuntamiento, tal y como le pidió ayer la Junta de Gobierno por unanimidad de todos los representantes de los grupos municipales.

El estudio del "encaje" de la SOF dentro del Ayuntamiento abre la puerta a una posible municipalización de la Sociedad, es decir, dar las tareas de la SOF a la concejalía de Cultura.

El actual presidente de la SOF y concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos (IU), se muestra, no obstante, muy cauto con esta posibilidad. Pide esperar al informe del secretario y subraya que "adaptar la SOF a la nueva legislación es un debate que tenemos que adoptar todas las fuerzas políticas con la máxima seguridad jurídica".

Los socios de gobierno de IU, Somos y PSOE se muestran más decididos, al menos desde un planteamiento político, a la disolución de la sociedad y su integración dentro de lo público.

No será, en todo caso, una cuestión fácil, pues aunque el Ayuntamiento puede dejar a la SOF sin presupuesto ni funciones, son los socios los que tienen que decidir sobre el futuro de la sociedad. En todo caso, según fuentes próximas a la SOF, esa circunstancia pone el foco en otra crisis importante de la institución, puesto que en los últimos veinte años ha perdido más de 21.000 socios, pasando de 25.000 a unos 3.000 en la actualidad.

Otro problema que podría derivarse de esta vuelta a lo público de los festejos locales sería el futuro de los trabajadores de la SOF, contratados por la Sociedad pero, en realidad, dependientes del Ayuntamiento, que es quien gestiona la entidad.

En sus estatutos la SOF se presenta como una asociación privada "sin perjuicio de las relaciones tutelares que ejerza el Ayuntamiento de Oviedo y que, en general, excluirán toda prerrogativa jurídico-administrativa".

No será esta la primera crisis de la SOF ni la primera vez que, desde su fundación por parte de notables ciudadanos el 7 de octubre de 1947, en el café Alvabusto, con Carmen Polo, la esposa del dictador Franco, como presidenta de honor, se reclama su integración total en lo municipal, como ya sucedió en los años noventa.

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