Con el proceso de selección del puesto de gerente de la Fundación Municipal de Cultura aún caliente, tanto que el candidato propuesto todavía no ha sido nombrado por la Junta de Gobierno y queda tiempo para que otros aspirantes recurran el fallo del tribunal, el concejal de Cultura, Roberto "Rivi" Sánchez Ramos, ya ha empezado a retirar la silla del nuevo director de Cultura. Ante la inminencia de la designación de un funcionario para ocupar el puesto, Rivi se ratificó ayer en lo que ya expuso y aprobó en septiembre del año pasado en el consejo rector de la Fundación Municipal de Cultura: se suprimirá la figura del gerente y el nuevo organigrama estará encabezado por un "responsable de Cultura". "La Fundación no necesita salarios de 70.000 euros ni altos ejecutivos, necesita trabajadores", sentenció.

El concejal de Cultura se mostró, no obstante, "prudente" y afirmó que será "escrupuloso" ante el "procedimiento abierto" para designar a un responsable en Cultura. Pero, aclaró, "cuando acabe el procedimiento, iniciaré otro". Aunque la relación de puestos de trabajo de la Fundación aprobada en el consejo rector no incluye la figura de gerente, el camino que Rivi quiere seguir pasa necesariamente, como admitía en aquel consejo, por un cambio en los estatutos de la Fundación, que sí lo contemplan. Y estas modificaciones deberán pasar también por el pleno.

En aquella reunión de septiembre, Rivi expuso la necesidad de suprimir la gerencia y recuperar la figura de responsable de Cultura, para reforzar la figura de la presidencia. Ayer se reafirmó en estos planteamientos e insistió en que lo que necesita la Fundación de Cultura es "más autonomía funcional y política".

El puesto de gerencia de la Fundación Municipal de Cultura ha venido dando serios quebraderos de cabeza tanto al PP como, ahora, al tripartito. Cuando el último gobierno del PP, ya en minoría, se vio obligado a recuperar la Fundación por la presión de la oposición, hubo un debate largo sobre la forma en la que debería designarse al nuevo responsable del organismo. Los sindicatos entendían que debería ser un puesto de libre designación, fórmula que al PP le valía, pero la oposición forzó el sistema del concurso-oposición.

El proceso se abrió con la presentación de candidatos, pero la composición del tribunal motivó nuevas quejas, recursos y paralización del proceso.Un proceso en los tribunales

Ya con el nuevo equipo de Gobierno en el Ayuntamiento, Rivi nombró al técnico responsable de Cultura director interino de la Fundación, pero mientras tanto uno de los candidatos que se habían apuntado al concurso-oposición acudió a los tribunales para que el Ayuntamiento prosiguiera el proceso. El juez le dio la razón y una solicitud de ejecución de sentencia forzó la formación del tribunal y la finalización del proceso. Para complicar más la situación, se da la paradoja de que la nueva Relación de Puestos de Trabajo no contempla que al frente de la Fundación de Cultura haya un gerente, como no contempla ninguna dirección general. Tampoco está previsto un gerente en el nuevo organigrama aprobado en septiembre, aunque los estatutos de la Fundación sí lo especifican. Hasta que se cambie.