"No tenía pensado mirar qué puesto había sacado, pero como empezaron a llegarme mensajes al móvil no me quedó más remedio que enterarme". El ovetense Lucas Ramón Díaz Anadón se ha tomado con mucha tranquilidad el éxito de obtener el número 17 del examen MIR, una prueba de ámbito nacional con 13.437 licenciados en Medicina que competían por 6.328 plazas para realizar una especialidad médica. "En los simulacros siempre hay variabilidad. Solía quedar en la zona alta, pero no esperaba un puesto tan bueno", explica este joven, que cuando terminó el Bachillerato, con una media de matrícula de honor, se planteó seriamente estudiar filología hispánica o románica.

Lucas Ramón Díaz Anadón, asturiano mejor clasificado en el MIR, se comunicó ayer vía telefónica con LA NUEVA ESPAÑA desde Berlín. Junto a varios compañeros de la Facultad de Medicina de Oviedo que también han realizado el MIR, se ha tomado unas vacaciones que le han llevado a Holanda, Bélgica y Alemania. Se nota que es una persona de notable disciplina mental: "Mi intención era dejar todo lo relativo al MIR para después del viaje". Todo apunta a que ha cumplido su propósito: "No tengo decidido qué especialidad haré. Quizá pediatría. No descarto ni irme de Asturias ni quedarme", señala.

Leer y estudiar idiomas

Su padre, Mario Díaz, es catedrático de Ingeniería Química de la Universidad de Oviedo; su madre, Araceli Anadón, profesora titular de Zoología de la institución académica. Es el menor de cinco hermanos. Una de sus hermanas es médico otorrino en Barcelona. En noviembre, Lucas Ramón Díaz Anadón recibió el premio de fin de grado en Medicina "Severo Ochoa" al mejor expediente de su promoción. En segundo de Bachillerato, que cursó por Ciencias de la Salud, se ganó la fase regional de Ortografía. "Siempre me han gustado mucho las lenguas, leer, estudiar idiomas", relata.

Con todo, finalmente optó por la carrera de Medicina. ¿Por qué? "Quizá por una inclinación a ayudar a las personas. Evidentemente, eso es algo que puedes hacer desde cualquier posición de la vida, pero ser médico te ofrece una posibilidades de hacerlo muy especiales", argumenta. El avance por la carrera de Medicina fue confirmándole que había acertado: "Las asignaturas de los primeros cursos son menos representativas de lo que es la profesión. Luego llegan las materias médicas, las prácticas, el contacto con los pacientes, y eso me gustó más". Ahora llega el momento de decidir. Eso sí, con todas las posibilidades a su alcance.