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Ellos bailarán la haka ante los All Blacks

Centenares de niños participan en el programa de la Fundación Princesa que inculca los valores del rugby a través de la selección de Nueva Zelanda

La cantera ovetense de los All Blacks

La cantera ovetense de los All Blacks

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La cantera ovetense de los All Blacks Félix Vallina

Pelayo Nieda sobrepasa por muy poco el metro treinta de altura y pesa 32 kilos, pero confía ciegamente en su velocidad y está entrenándose a tope por si le toca jugar contra los All Blacks, los integrantes de la todopoderosa selección neozelandesa de rugby que ha sido galardonada con el premio "Princesa de Asturias" de los Deportes de este año. Pelayo -que tiene diez años y es alumno del colegio Carmen Ruiz-Tilve de La Corredoria- es uno de los muchos de escolares ovetenses que están participando en el programa "Toma la palabra", una iniciativa de la Fundación Princesa de Asturias que pretende acercar la figura de los premiados a los colegios. En esta nueva edición, el programa se amplía de tres a cuatro actividades ligadas a los galardonados, pero una de las que más ha calado en las escuelas es sin duda la que tiene que ver con los astros del rugby, que incluye la celebración de un campus en Gijón en el que los niños aprenderán técnicas y valores de la mano de los propios All Blacks días antes de la ceremonia del Campoamor. En Oviedo se han apuntado al reto 409 escolares de 15 colegios distintos (en toda Asturias hay un total de 79 centros y 2.067 alumnos participantes).

Los balones de fútbol y de baloncesto llevan semanas desaparecidos de los patios de recreo. Los "Small Blacks" -ese es el nombre que reciben los participantes en el programa de la Fundación- los han cambiado por la pelota ovalada de rugby. "Están muy ilusionados, pero cuesta un poco enseñarlos porque están acostumbrados a otros deportes y muchos ni siquiera habían jugado nunca al rugby. No hay manera de meterles en la cabeza que la pelota no se puede pasar hacia adelante", explica entre risas Guiomar Magdalena, que es una de las elegidas por la Fundación Princesa de Asturias para dirigir los entrenamientos que se están desarrollando en los colegios "para que los niños tengan unas nociones básicas" antes de acudir al campus. Las "masterclass" duran una hora y media y en ellas los niños practican una modalidad en la que no hay placajes. "Para frenar a los rivales sólo hay que quitarle una cinta que lleva colgando. Lo que queremos que entiendan es que el rugby es algo más que un deporte de contacto", añade Magdalena, que es una de las pioneras del rugby femenino en la región.

Lo más probable es que algunos de los niños del programa no puedan asistir al campus con los All Blacks. Son muchos aspirantes y en la mayoría de los colegios habrá un sorteo para seleccionar a los elegidos, pero todos los participantes están dando el máximo por si les toca salir al campo con los gigantes de la selección neozelandesa. "Nunca había jugado al rugby, pero me está gustando bastante porque liberas mucha energía y tienes que pensar en el equipo para poder avanzar. Además nos están enseñando que en este deporte hay unos valores muy importantes, como es el respeto al árbitro y al equipo rival", señala Carmen García-Bernardo, una alumna del colegio Dulce Nombre de Jesús, las Dominicas de Oviedo.

Los valores que dice la niña. Esa es una de las señas de identidad de los All Blacks y el principal motivo por el que la Fundación Princesa de Asturias ha querido organizar el programa sobre la selección de Nueva Zelanda. La disciplina, el respeto, la lealtad, la solidaridad, la camaradería o el sacrificio son estandarte para una selección que lo ha ganado todo. Los All Blacks son el equipo que más puntos ha conseguido en la historia del rugby. Han ganado más del setenta por ciento de sus partidos -un porcentaje que los sitúa entre los mejores conjuntos de cualquier deporte en todos los tiempos- y cuentan en su haber con tres mundiales, entre ellos los dos últimos. Aún así, aunque los jugadores neozelandeses saben que son los mejores del mundo, se encargan de barrer y ordenar después de cada partido el vestuario que utilizaron y no dejan que ningún utillero cargue con sus mochilas. Cuestión de humildad y de disciplina personal que hacen que ser un All Black sea una filosofía de vida. "No me imagino a Messi o Cristiano Ronaldo sin protestarle al árbitro o sea que imagínate con una fregona en el vestuario", dice Diego Bernal, también de las Dominicas.

La haka "es para bailarla" . El símbolo del helecho que representa a los All Blacks y su tradicional haka -la danza de guerra maorí que escenifican los jugadores antes de cada partido internacional para intimidar al adversario- también han estado presentes en los colegios de Oviedo. Además de los entrenamientos físicos, los alumnos también han realizado trabajos sobre la cultura que rodea a los All Blacks y has desarrollado sus propios códigos de buena conducta aplicables a distintos deportes. Pero como dice Ana González, "la haka es para bailarla", es decir, que "lo que más mola" es tratar de imitar los movimientos de los All Blacks junto a sus compañeros del Dulce Nombre de Jesús. "Hay que poner cara de enfadada y moverse a la misma vez que el que tienes al lado. Pasamos muchas risas cuando lo intentamos", apunta.

Lidia Filter, del Carmen-Ruiz Tilve, prefiere "el baile moderno", pero a la haka tampoco le hace ascos. Cristina Fernández, por su parte, es de las que prefiere el baloncesto, aunque no quiere perderse una cita como esta y no tiene ningún miedo, como si tiene que jugar contra todos los componentes de la selección neozelandesa. "Yo echo a correr y que me cojan si pueden", espeta. Así de valientes son los escolares en Oviedo.

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