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Los precedentes asturianos del "procés"

Durante la dictadura de Primo de Rivera localidades como Trubia, que ya pertenecía a Oviedo, solicitaron segregarse de sus municipios al considerarse mal atendidas

Panorámica de Trubia.

El "procés" que vive Cataluña tuvo en Asturias, salvando lógicamente las distancias, sus precedentes. En 1924 el Estatuto Municipal enmarcado en la nueva legislación en materia de administración local, obra de José Calvo Sotelo, permitía cierto grado de autonomía basada en algunas singularidades geográficas, históricas y costumbres. Aquella medida abrió las puertas a varios intentos de segregación de localidades de sus respectivos municipios.

El nuevo Estatuto, precisamente, se presentó en Oviedo en el verano del citado año aprovechando la presencia de su artífice, Calvo Sotelo, veraneante en San Juan de la Arena.

Casi de forma unánime los intentos de segregación estaban inspirados en las desigualdades en el reparto de las cantidades presupuestarias que los ayuntamientos distribuían entre sus localidades, no acordes en su mayoría, con la aportación de impuestos que recibían. Hay que distinguir dos tipos de solicitud de segregación: las oportunistas con la nueva Ley y las "históricas" como La Felguera de Langreo y Moreda-Caborana de Aller.

La Felguera y Moreda eran proyectos larvados desde hacía muchos años y ambos originaron una intensa controversia reflejada ampliamente en la prensa regional desde el verano de 1924 hasta principios de los años 30. Al final, la complejidad de los expedientes y la falta de respaldo de muchos de los vecinos dio al traste con los proyectos.

Al margen de los proyectos "estrellas" de La Felguera y Moreda hubo otros intentos más tímidos como el de dos localidades próximas a El Entrego en San Martín del Rey Aurelio (San Andrés y Cocañín), propias de una rabieta por denegarles la concesión de un mercado semanal en 1910. Ranón y San Juan de la Arena, en Soto del Barco también plantearon su segregación, probablemente auspiciada por la cercanía e influencia del autor de la Ley, Calvo Sotelo, asiduo de San Juan de la Arena. La propuesta no contó con el respaldo de la mayoría de los vecinos de Soto del Barco.

Curiosamente en Oviedo se dio una situación a la inversa del resto de Asturias. Ribera de Arriba solicitó su integración en el concejo antes de la guerra civil. Las reclamaciones de Lugones aparecían de una manera cíclica, cuando sus intereses no eran respondidos por Siero.

Lugones había tramitado su reclamación en un escrito en 1884 dirigido al Ayuntamiento de Siero, en el que ya planteaba la posibilidad de segregarse del municipio. En 1925 retomó la reclamación sin resultado. Décadas más tarde, aunque más tímidamente, siempre estuvo presente su segregación de Siero. Al igual que en La Felguera y Moreda había un elemento común en la reclamación: el desajuste entre lo que aportaban y lo que recibían.

Más sorprendente es el toma y daca de petición de segregación o anexión de Trubia a Oviedo. Trubia se había emancipado de Grado e incorporado al municipio ovetense el 17 de noviembre 1884. En 1912 los pueblos limítrofes de Grado con Trubia incorporados a Oviedo fueron nuevamente reclamados para su reintegración a las tierras gradenses.

En 1924 la representación vecinal de Trubia planteaba la separación de Oviedo por entender, como era habitual en estos casos, la escasa atención que Oviedo dedicaba a las necesidades trubiecas.

En el caso de Ribera de Arriba el nudo gordiano de su reclamación era la incapacidad económica para afrontar las necesidades del municipio.

El Ayuntamiento de Oviedo valoró la integración de Ribera de Arriba pero finalmente rechazó la petición por considerar inasumible su déficit y otras demandas de subvenciones para realizar diferentes obras. En general las obras que se demandaban en aquel tiempo a los ayuntamientos y que la falta de respuesta motivaba la frustración de algunas localidades segregacionistas, eran habitualmente para la construcción de infraestructuras básicas para la población. Entre ellas nunca faltaban las carreteras, caminos, abrevaderos, puentes y traídas de aguas.

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