Mes tras mes, el clima preelectoral va tiñendo cada vez más los plenos del Ayuntamiento de Oviedo. En el de ayer, donde la parte más sustanciosa permitió volver a debatir sobre el IBI especial a las grandes superficies a cuenta de los recursos presentados por los perjudicados, el debate volvió a sacar la palestra los nombres de los candidatos del PP, Alfredo Canteli, y de Ciudadanos, Ignacio Cuesta. Los citó el concejal de Economía, Rubén Rosón, por haber indicado ambas en distintas declaraciones que suprimirían este gravamen especial. Pero los citó también, aludiendo a un hipotético pacto de gobierno, el PP.

El concejal Gerardo Antuña habló hasta en dos ocasiones de lo que harán "el PP y Ciudadanos" cuando gobiernen durante el próximo mandato. Se refería el edil popular a la eliminación de una medida que, como le afeaba el concejal de Somos, ha permitido ahorrar casi cinco millones. "¿Y dónde van a recortar 5 millones Canteli e Ignacio Cuesta? ¿En becas, en ayudas económicas, en generación de empleo o van a romper los contratos municipales?". Se felicitaba Rosón de que los tribunales hubieran dado por bueno el "superIBI" y Luis Pacho (Ciudadanos) le replicaba que no podía sacar pecho de actividad económica cuando las tasas de Oviedo están en el 0,52% y que no hacía falta recortar en ningún sitio con tantos millones sin invertir que año tras año el tripartito se deja en el cajón. Gerardo Antuña (PP) le explicó a Rosón que sí, que seguirían pidiendo su dimisión, bien por no apoyar las fundaciones, por la caída del turismo, por arrogarse competencias que no tiene o por las políticas del "peor concejal de Economía de Oviedo de la historia". Rosón tiró de libro rojo: "Califica a este humilde concejal de Economía como el peor de la historia el grupo político cuyo edil de Economía, Reinares, inhabilitó la justicia". Y siguió por los tribunales citando el del exjefe de Gabinete de Caunedo. Ahí el PP estalló. Un "ten cuidado", otro "imbécil", "que te calles", "si no sabes comportarte debes salir de la sala". Y así, con Francisco Javier García "Chisco" (PP) y Rosón como principales protagonistas de la algarada, hasta que el Alcalde, Wenceslao López, logró calmar las cosas.

Rosón insistió en que no desea que Oviedo vuelva "a esa etapa oscura" y Antuña le afeó los trucos de "trilero" recordándole su etapa de agitador universitario: "Cuando se vestía de verde igual le valían, pero ahora no le sirve ya ni el traje" e insistiendo en que "Canteli y Cuesta lo arreglarán". Pese a todo, y tras la bronca, todos los grupos votaron por unanimidad hacer frente a los recursos que los grandes propietarios han interpuesto por el IBI especial.

No hubo mucho más. Acuerdo en casi todo y algunas preguntas al Alcalde, que confirmó haberse reunido con los nuevos propietarios del centro comercial del Calatrava pero desconocer sus planes. De nuevo Rosón, preguntado por qué no se firma el contrato con "Forma Antiqva", aseguró que el grupo de cámara no quería firmar: "No iba a desvelarlo, pero ellos dijeron que no al acuerdo, porque explican que con el PP tenían un pacto verbal por el que además se les contrataban un número de actuaciones al año en la Primavera Barroca". Con eso y una adhesión al manifiesto de 40 años de democracia local -"entonces yo ya estaba aquí, a la altura de donde se sienta Cristina (Pontón, IU), intentando cambiar el mundo", precisó el Alcalde- finalizó la sesión.