“En mi época, las mujeres pensaban en casarse, yo en escribir”. Así comenzó ayer la periodista Pilar Eyre la charla que mantuvo con su colega de LA NUEVA ESPAÑA María José Iglesias en el marco de las tertulias del Campoamor, que esta vez viajaron hasta el Filarmónica al estar ocupado el escenario habitual de estos encuentros literarios. Empezó Eyre con su lado personal y culminaron ambas con anécdotas e intercambio de opiniones sobre la monarquía española y la actualidad patria.

Reportera de largo recorrido en múltiples periódicos y revistas, es conocida por exclusivas que han traído más de un quebradero de cabeza a la Casa del Rey; pero también es escritora, con 22 novelas a sus espaldas, y un icono femenino que huyó de los cánones impuestos por el franquismo. Su última novela, “Cuando éramos ayer”, narra la historia de Silvia en la Barcelona de 1968, una protagonista con la que Eyre comparte su afán de lucha.

La pluma es uno de los mecanismos con los que Eyre rinde tributo a sus padres, a los que hizo sufrir en ocasiones al ser “la roja en una familia de burgueses”. Encerrada en una generación que parecía haber saltado siglos entre su madre y ella, llegó a conocer a su progenitora cuando la tuberculosis les obligó a retirarse a un lugar con un clima mejor: “Lo apartó todo un tiempo para cuidarme. Ahí la descubrí y me di cuenta de que podría haber llegado a ser la directora de una fábrica o varios medios”.

“Fui la primera en contar que el rey emérito tenía amantes, en una época en la que su matrimonio con Sofía parecía idílico”, afirma Eyre, experta en la Familia Real

La periodista, experta en la Familia Real, comenzó Filosofía y Letras con dos pasiones claras: literatura y periodismo. Dos tareas que ella desliga: “Por norma general, tengo que desechar mis primero capítulos porque se parecen más a una columna”. Sin embargo, asegura que no podría vivir sin un constante movimiento entre ambos mundos y que hay un nexo de unión entre los dos que está siempre presente en su escritura: “En mis libros siempre salen perros y algún cameo del rey Juan Carlos”.

Dice que la eterna juventud de la que presume a sus 70 años la consigue trabajando en las redacciones. “La adrenalina que siento al destapar una exclusiva o sacar una noticia en portada no la consigo con nada”, afirmó Eyre, que se vio implicada en la prensa rosa casi por casualidad.

Cuando trabajaba para “Interviú”, rememoró durante la tertulia, le enviaron a una recepción de los Reyes en Barcelona porque era la redactora que iba mejor vestida en aquel momento, aunque el resultado no pudo ser peor: “Le di la mano a Doña Sofía a pesar de que estaba prohibido por el protocolo y en mi crónica posterior relaté que Juan Carlos había pedido un whisky, algo que también estaba vetado decir”. A partir de aquel momento, su destino quedó ligado al de los Reyes, de los que ha escrito varias biografías: “Fui la primera en contar que el rey emérito tenía amantes, en una época en la que su matrimonio con Sofía parecía idílico”.

Ahora, tal como compartió con los asistentes al acto, ya no hay esos tabúes y cortafuegos ante la Familia Real. Si nadie se atreve a publicar información delicada, “ya se encargarán en las redes sociales”. La monarquía está en decadencia, pero Felipe VI y Letizia cumplen con su función de “manera austera y correcta”. Y mientras siga en pie, allí estará Pilar Eyre para buscarle las cosquillas, aunque tal como reza el nombre de su blog: “No es por maldad”.