Oviedo será, de las grandes ciudades de Asturias, la que menos población pierda

Un estudio de Regiolab prevé que la capital se mantendrá por encima de los 200.000 habitantes en la próxima década y que su padrón bajará solo un 1,97%

poblacion oviedo 2

poblacion oviedo 2 / Miki López

José Luis Salinas

José Luis Salinas

Oviedo será de entre las grandes ciudades de Asturias la que menos población pierda durante la próxima década. La capital regional conseguirá aguantar el tipo por encima de la barrera psicológica de los 200.000 habitantes que le darán abrigo en un invierno demográfico que, sin embargo, sí que golpea con intensidad a otras zonas del Principado. Especialmente a las alas (el Oriente y el Occidente) y a las cuencas mineras, que se desangran demográficamente. Los datos figuran en una proyección realizada por el laboratorio de análisis económico regional (Regiolab) de la Universidad de Oviedo y están basados en las prospecciones realizadas previamente por el Instituto Nacional de Estadística. Según sus cuentas el Oviedo llegará a 2033 –es decir, dentro de diez años– con una población de 200.733 personas, lo que supone una caída del 1,97% con respecto al año 2019 –antes de la pandemia del coronavirus– que es desde donde estos organismos estadísticos toman el punto de referencia. Ahora la ciudad carbayona tiene 204.765.

A nivel del Principado que ya cuenta con un censo inferior al millón de vecinos la caída será mucho más intensa. Se perderá el 9% de los inscritos en los 78 padrones municipales. Una trayctoria descendente que va por barrios, o mejor dicho por concejos. El catedrático de Economía e investigador del Regiolab que realizó hace tiempo estas proyecciones, Estaban Fernández Vázquez, asegura que en los datos se observan "varias Asturias" desde el punto de vista demográfico. Está aquella región en la que la caída de la población parece una fuga de agua inagotable; pero hay otra que aguanta mucho mejor el tirón. Esa última está concentrada en los municipios de la zona central del Principado que, a juicio de los economistas, funciona ya de una forma natural como un área metropolitana.

De esos concejos de la zona central, asegura Fernández Vázquez, que "Oviedo aguantará bien el tirón". Especialmente la ciudad, porque extendiéndose el análisis al resto del municipio las previsiones apuntan a una caída notable del padrón en algunas parroquias.

Echando un vistazo a las previsiones, se apunta que la caída de población en la ciudad de Oviedo será del 1,97%; mientras que en Gijón ese porcentaje llegará al 8,10%, aunque seguirá siendo la ciudad más poblada de la región con 236.588 personas inscritas en su padrón; y en Avilés el descenso será del 9,92% quedando por debajo de los 66.000 habitantes. En estas proyecciones demográficas hay, sin embargo, algunos datos llamativos. Por ejemplo, hay muchas zonas cercanas a Oviedo que sí que van a ganar población durante la próxima década. Son la vecina Lugones (crecerá un 3,73%); o Pola de Siero (la capital del concejo), que registrará un notable engorde en su padrón municipal. Los datos coinciden con el análisis de los investigadores que apuntan a que está fraguando una Asturias a dos velocidades demográficas.

Las parroquias más alejadas de la capital serán las que más sufrirán el bajón demográfico

"Las zonas más castigadas son las Cuencas y las alas, se ve que hay un éxodo desde el área rural al centro. Pero dentro de los propios Ayuntamientos también hay parroquias y se ve una tendencia similar, la de ir concentrándose en las zonas más pobladas", señala el economista. Eso quiere decir, que las zonas más rurales van quedando cada vez más vacías.

Ocurre dentro del propio municipio carbayón: las zonas más pobladas, como la propia ciudad o las parroquias de San Claudio o la Manjoya (esta última incluso tenderá a ganar vecinos) casi no verán grandes cambios en su padrón. Mientras que cuando el punto de vista comienza a alejarse algo la situación cambia. Así, Trubia perderá a un 5,28% de los vecinos; Limanes un 4,19%; mientras que Olloniego sufrirá un bajón demográfico del 27,14%. Hay, como se ve en el gráfico que acompaña a estas líneas, muy pocas parroquias del municipio ovetense en las que se vaya a ganar población. La tónica general es de descensos que, en algunos casos, suelen ser bastante abultados, con porcentajes por encima de los dos dígitos.

"Oviedo aguantará bien el tirón", aseguran los economistas, que ven en la sanidad un filón

Una de las razones que esgrimen los economistas para defender que la ciudad de Oviedo vaya a aguantar bien el tipo demográfico es el de su potencial sanitario. Ocurre, según se ha puesto de manifiesto en alguna ocasión, que los vecinos de las zonas rurales (especialmente de aquellas ubicadas en las alas de la región) a medida que se van haciendo mayores tienden a irse a vivir en las zonas más próximas a los centros sanitarios en busca de una mejor atención, al menos una más cercana. Esa circunstancia, unida al enorme poder de atracción que ya de por sí mismo tiene el Hospital Universitario de Asturias (HUCA) con cientos de trabajadores, explica el boom demográfico que están viviendo algunos barrios de la zona norte de la ciudad como el de La Corredoria o Prado de la Vega, que ya está teniendo su reflejo incluso en forma de subidas de precios en el mercado inmobiliario.

Relacionada con esa última idea, Esteban Fernández Vázquez advierte que estas estadísticas son proyecciones que pueden cambiar en base al desarrollo de diferentes planes urbanísticos o debido a la disponibilidad de suelo urbano, cada vez más escaso en los grandes municipios.

Según los últimos datos oficiales, el municipio de Oviedo está habitado por 215.167 vecinos, que son unos 4.500 menos de los que había antes de que comenzara la pandemia del coronavirus. Las mismas estadísticas del INE señalan que el concejo alcanzó su pico de población allá por 2012, es decir, hace ahora once años cuando llegó a sumar en su censo a 225.973 personas. Desde entonces, salvó algún que otro altibajo, el número de habitantes ha ido descendiendo. Ahora la previsión es que esa caída continúe, pero de forma más tibia.

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