La nota hallada en la investigación del crimen de Teatinos, en Oviedo, que hizo dudar sobre un posible suicidio: era un texto religioso

Un hallazgo en el coche de la víctima sembró dudas y equívocos en los primeros compases de la investigación de la muerte de Tatiana Coinac, que resultó ser un brutal asesinato

Dos agentes haciendo ronda por el patio interior del edificio donde vivía la víctima.

Dos agentes haciendo ronda por el patio interior del edificio donde vivía la víctima. / L. B.

Tatiana Coinac no murió de forma accidental ni se suicidó, pero su asesino tomó algunas precauciones para que la escena del crimen diera la sensación de otra cosa. A incrementar la confusión de los primeros momentos en que se descubrió el cuerpo, el pasado domingo por la mañana en un piso del barrio de Teatinos, en Oviedo, contribuyó una nota hallada por los agentes en la primera inspección y que hizo sospechar que la mujer se había quitado la vida. Nada más lejos de la realidad.

La madre de Tatiana había llamado a la Policía Local para denunciar la desaparición de su hija. Cuando los agentes pudieron entrar en el edificio y descubrieron su cuerpo sin vida en la bañera, sin signos aparentes de violencia, ya se había realizado una primera inspección en su coche, aparcado en el garaje, y se había descubierto un texto manuscrito con una estampa. "Dejó nota", pensaron los agentes. En ese momento el suicidio aparecía como principal hipótesis.

Lo que Tatiana Coinac había dejado en el asiento de su coche era, efectivamente, un texto manuscrito con una estampita, y aunque a la luz del descubrimiento de un cadáver el hallazgo pudiera parecer otra cosa, en realidad se trataba de una de esas cartas escritas a mano, de contenido religioso, que los Testigos de Jehová acostumbran a buzonear con algún pequeño folleto o estampa de contenido religioso. Era, no obstante, un texto lo suficientemente ambiguo como para que los agentes lo interpretaran como un posible mensaje de despedida en la confusión inicial por el crimen. Las pruebas científicas acabarían despejando todas las dudas y confirmando la terrorífica realidad que se escondía en el piso de la víctima: un asesinato que ahora tiene a los agentes tratando de poner rostro al agresor que le dio una brutal paliza mortal a Tatiana Coinac en su piso de Teatinos.

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