Un patio de cuento y una cápsula del tiempo en el colegio Gesta

El centro, con un logotipo diseñado por los alumnos, ha habilitado un espacio de creación digital y quiere participar en un nuevo programa "Erasmus"

El patio del colegio Gesta será un escenario de cuento. Mónica Rodríguez, exitosa escritora de literatura infantil y juvenil y antigua alumna del centro, tiene previsto situar una de sus próximas historias en este lugar, que ahora, cuando lo visita, no le parece "tan grande" como cuando era niña. La literatura tiene un espacio destacado en el equipamiento educativo, que ha homenajeado a la autora ovetense poniéndole su nombre a la biblioteca y al concurso de microrrelatos, y celebra encuentros con escritores. Entre los asistentes estará Mónica Rodríguez, que viajará desde Madrid para pisar de nuevo, el mes próximo, ese patio de sus recuerdos, "ese mundo ancho de nuestros juegos".

"Quién me iba a decir cuando corría por ese espacio del colegio que un día la biblioteca llevaría mi nombre. No me lo podía imaginar", dice Rodríguez, que ya ambientó uno de sus libros, por ahora inédito, en el área de juegos del colegio Gesta. "No me convence, pero tengo en mente escribir un libro cuya acción se desarrolle en ese patio", cuenta la escritora, autora de más de sesenta obras y poseedora de premios tan reconocidos como el Edebé de literatura infantil o el Cervantes chico por el conjunto de su obra.

De los 3 a los 14 años estudió Mónica Rodríguez, hija del exrector de la Universidad de Oviedo Julio Rodríguez, en el colegio Gesta, del que dice que le "regaló" sus "mejores y más antiguas amigas". También "los buenos momentos en el patio y las buenas profesoras" que le dieron clase antes de que cursase la carrera de Ciencias Físicas y empezase a trabajar en el CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas). Años después decidió dedicarse por entero a la literatura, que la ha unido con el que fue su colegio.

En ese centro se leen sus obras y se ha abierto el concurso de microrrelatos, además de a los alumnos, "al personal docente y no docente y a las familias", destaca Guillermo Rico, coordinador de la biblioteca y tutor de sexto curso. También se dedica tiempo al "mindfulness". Hasta tiene una sala destinada a las sesiones y durante este curso se puso en marcha, como experiencia piloto, la práctica antes de iniciar la jornada de tarde por parte de todos los alumnos, que son cerca de 400.

"Es muy relajante. Si queremos podemos venir a esta sala a la hora del recreo", asegura Olaya Castro, alumna de Cuarto. Su compañero Luca Ortega elogia el "mindfulness" y destaca que en ocasiones se reúnen e incluyen "decir cosas de los compañeros". Sandra Carranza, maestra de pedagogía terapéutica, coordina "Gesta inspira", una iniciativa que "se va enriqueciendo" poco a poco. Se fusionó con otro programa del centro, "Somos música", al frente del que está Ramsés García, y en las últimas semanas se ha entrelazado con el dibujo. Las familias están satisfechas con esta experiencia, que "caló", sostiene Rico.

En el colegio Gesta, el único público de Oviedo que mantiene la jornada partida, los escolares han creado su logotipo. "Los alumnos de Infantil lo han diseñado y los mayores lo convirtieron en una imagen", apunta Guillermo Rico. Para realizar trabajos de creación digital, el centro dispone de un "Aula del futuro", en el que se desarrollan proyectos de varias asignaturas, interconectados.

En el espacio hay tabletas y un croma y se hacen "desde animaciones a un informativo", añade Rico. "Podemos hacer muchas cosas diferentes, vídeos, por ejemplo", subraya Ruth García, alumna de Sexto. La línea marcada en el centro es "aprender, experimentar, diseñar y producir", afirma Rico. Para concienciar a los escolares de la necesidad de reciclar se desarrolla un proyecto global, que se trabaja "durante todo el año y en todos los niveles" en el equipamiento educativo, señala la profesora Carmen Marqués.

En una cápsula del tiempo, los escolares han introducido propósitos "relacionados con acciones que podemos hacer para cuidar el planeta, como cerrar el grifo mientras nos cepillamos los dientes", cuenta la profesora. Más adelante los abrirán y comprobarán si los cumplieron. El proyecto fomenta la utilización de materiales reciclados, como las huchas realizadas con botellas de plástico donde los alumnos ahorran para poder viajar a final de curso al Parque de la vida, en Valdés.

El colegio Gesta ha participado en los últimos cursos en dos programas "Erasmus" y solicitará desarrollar otro "para el desarrollo de competencias STEAM (acrónimo en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas) para la implementación digital en el aula", destaca la directora del centro, Elisa Fernández.

Estos programas de la Unión Europea "te abren la mente y te permiten aprender de lo que se hace en centros de otros países, pero también enseñar". El proyecto "Erasmus+" "Mus-e Live Friends" se inició hace cuatro años, con la participación de centros portugueses, alemanes y húngaros junto con el equipamiento ovetense. Con el arte y la cultura como eje, los escolares "se lanzan retos que sirven para conocer las diferentes culturas y fomentar la creatividad", aclara Paula Berdasco, coordinadora de la actividad. La directora del centro remarca los buenos resultados del proyecto bilingüe, implantado en 2006 en las asignaturas de Ciencias Sociales y Ciencias Naturales.

En una esquina del centro, se ha instalado una exposición sobre "El principito", libro de Antoine de Saint-Exupéry. Reúne 45 volúmenes en veintidós idiomas propiedad de Marta Rodríguez, que inició su colección "en 2016, comprando el primero en las inmediaciones de una playa de Estoril". Es el primer paso de un proyecto que llevará a los escolares a trabajar sobre la obra en las dependencias del colegio, inaugurado en 1957 con dos instalaciones diferenciadas, para niños y niñas. Desde 1985 comparte las aulas.

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