"Resurge el folk en asturiano", afirman los miembros de "Cerezal"

"Hemos querido contar en cuatro minutos la historia de nuestro tema ‘Nun me dexes cayer’, y lo hemos hecho con un vídeo clip de vértigo, en un solo plano secuencia". Gonzalo Pumares, violinista en el grupo "Cerezal", los creadores del llamado folk-pop en asturiano, habla con entusiasmo del nuevo trabajo presentado ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, que se convirtió en un improvisado escenario.

El grupo, formado por Andrea Joglar (flauta y gaita), Juan Yagüe (guitarra), Marcos Álvarez (voz), Juanjo Díaz (batería), Juan Carlos Vega (bajo) y el ya citado Gonzalo Pumares, ha querido estrenar el trabajo para poner el broche de oro a la larga gira que les ha llevado por numerosos lugares de España y países como Bélgica y Francia.

"Resurge el folk en asturiano", corroboran los músicos, a la vez que constatan la buena aceptación de sus temas, con letras en asturiano. "No tenemos ningún problema con eso, ni Palencia ni en París; a la gente le gusta como suena el asturiano", señala Pumares.

Ruboh, director del vídeo, comparte opinión y a la vez se siente satisfecho con el resultado de un trabajo hecho junto al realizador, David AJ, en un solo plano, sin cortes ni edición posterior. "Teníamos muchas ganas de explorar está fórmula; es mucho más fácil en algunos aspectos, pero tiene su complicación", indica el artista, nacido en Barcelona y afincado en Avilés, ex-componente del grupo "UnoMasUno", que ha colaborado en varios discos de "Cerezal" y "Delagua", aportando letras densas a un género más melódico. También ha publicado temas propios como "Manos de redera", una mezcla entre folk, rock y hip hop.

"Hoy en día sin un vídeo-clip es imposible difundir música", reconocen los músicos, conscientes de que la fórmula de "escuchar" música está totalmente agotada hoy en día.

El último disco de Cerezal, "La cereza’l cielu", al que pertenece "Nun me dexes cayer", se grabó y mezclado en los estudios Tutu y fue masterizado en los estudios Green Desert. Se trata de trece temas impregnados del sonido propio del grupo: entre el folk acústico y el pop-rock, con la novedad del uso de recursos más propios de la música electrónica.