Emotivo adiós en Oviedo al prestigioso urbanista Fernández-Rañada, "una persona entrañable y un trabajador minucioso"

"Ha sido una enorme pérdida para Asturias", dicen los asistentes al funeral, en San Juan El Real, del arquitecto yt gran ideólogo del urbanismo regional

La basílica de San Juan el Real acogió este martes el funeral de Ramón Fernández-Rañada, arquitecto ovetense y gran ideólogo del urbanismo asturiano, que falleció en la madrugada del lunes a los 80 años de edad por una endocarditis. El templo albergó una ceremonia sencilla y sin artificios, pero muy emotiva, a la que acudieron varios cientos de personas y en la que se le dedicaron al fallecido bellas palabras relacionadas tanto a su faceta humana como a su trabajo. Los asistentes compartieron opinión sobre Fernández-Rañada, definiéndole como una persona "entrañable" y de "gran trato", al igual que un "trabajador minucioso". Concluyeron que el fallecimiento del ingeniero, cuya huella figura en el Plan Especial del Naranco, el Plan General de Avilés, en el PGOU de Gijón, el de la ría de Villaviciosa, el de Siero y en el Plan de Ordenación del Litoral de Asturias (POLA), entre otros, como el de "una gran pérdida para Asturias".

Quince minutos antes del funeral la explanada delante de la iglesia de San Juan ya era un batiburrillo de gente conversando en corrillos y recordando al arquitecto especializado en urbanismo. Su esposa, María Elena Lobato de Blas, recibía un sin fin de muestras de cariño de los numerosos grupos de amigos y conocidos, que se le acercaban para darle el pésame y regalarle unas palabras de aliento. "Ramón fue lo mejor que me pasó en la vida. Era el hombre más legal y maravilloso del mundo", manifestó su mujer, muy conmovida por el recuerdo de su esposo y el contexto del momento.

En las inmediaciones de la basílica se pudieron ver algunas caras conocidas de la política asturiana. Entre ellas, destacó la presencia de un expresidente del Principado, el socialista Pedro de Silva. El lenguaje corporal y la expresión del que fuera cabeza del ejecutivo asturiano entre 1983 y 1991 evidenciaban el dolor que ha significado la pérdida.

El exdiputado nacional y regional, y actual portavoz municipal de IU, Gaspar Llamazares fue otro de los que estuvieron en el funeral. Para Llamazares, el activismo político de Fernández-Rañada fue "un lujo" en la lucha por la democracia. Hay que recordar que el urbanista ejerció la oposición democrática al franquismo desde 1963, al ingresar en el Sindicato de Estudiantes Universitarios Madrileño (SDEUM) y fue presidente de la Junta Democrática. Luego lo sería de Coordinación Democrática, conocida coloquialmente como la Platajunta y que promovió el jurista Antonio García-Trevijano, nacida fruto de la unión de la primera con la Plataforma de Convergencia Democrática. "Evidentemente, también fue una referencia para el urbanismo", afirma Llamazares, quien espera que el Ayuntamiento de Oviedo sepa "hacerle honor" tramitando su revisión del Plan General de Ordenación (PGO) de la capital asturiana. "Era buena gente y tenía una cultura enciclopédica", apostilla el portavoz local de IU.

No faltó el director general del área de Urbanismo de la corporación municipal, Jorge Fernández-Mier. Para Mier, que tuvo que "discutir" mucho en los últimos años con Rañada en el marco del PGO, era un "erudito, un maestro, un genio y un sabio" al que siempre se le veía con "sus planos bajo el brazo" y que era un profesional "incansable". Ensalzó su labor con el POLA y el Plan Territorial Especial del Suelo No Urbanizable de Costas de Asturias (PESC), gracias a los cuales el litoral asturiano "sigue siendo un paraíso natural ajeno a la especulación urbanística". "Le guardaré un especial cariño y aprendí mucho de él", remató. Otras figuras relacionadas con la arquitectura que estuvieron en las bancadas fueron el decano del Colegio de Arquitectos de Asturias, Miguel Casariego; uno de sus predecesores en el cargo, Alfonso Toribio, o el catedrático de la Escuela de Minas Manuel Suárez.

Dos de sus amigos cercanos, José María Iglesias y Santiago Caicoya, se manifestaban "devastados". Destacaron su trato "entrañable", su "minuciosidad" laboral -"no dejaba un cabo suelto"- y su amplio saber. "Alguien con sus conocimientos y que seguía colaborando a su edad es una gran pérdida para Asturias", manifestó Caicoya.

La ceremonia, sencilla y emotiva, fue oficiada por el vicario de San Juan El Real, el venezolano Abelardo Bazó. El sacerdote dedicó a Rañada unas bellísimas palabras en las que comparó su actividad en la arquitectura con la labor creadora de Dios. "Cuando me dijeron que era arquitecto me vino a la mente el concepto de la belleza, de un Dios que hizo un mundo hermoso que los hombres", y prosiguió con que "las obras de Ramón armonizaron la belleza del mar con el trabajo hecho por el hombre".

Al término del funeral, el religioso anunció que la misa de las 12.00 horas del próximo domingo y el Rosario del lunes a lasc 19.00 horas se oficiarán en memoria del urbanista. Posteriormente, se trasladaron las cenizas del fallecido, seguidas por sus familiares y amigos, al columbario del templo para su eterno descanso.