El Calatrava echa el cierre a la Feria de Antigüedades con más de 4.000 asistentes

Con unas 4.000 entradas vendidas y una satisfacción generalizada de vendedores y visitantes, el Calatrava despidió este domingo una exitosa Feria de Antigüedades con la aspiración de repetir el próximo año. "Ha sido un éxito; si nos dejan el Palacio, volveremos el año que viene", declaró Maricruz Madrid, presidenta del colectivo organizador, apuntando a las joyas y los muebles como ejemplo de los productos más demandados.

El trajín de gente entrando y saliendo del Calatrava fue constante durante todo el fin de semana. El mediodía y la media tarde fueron las horas punta de dos intensas jornadas protagonizadas por 40 comerciantes llegados desde otras regiones y países. Francia, Inglaterra, Suiza, Cataluña, Madrid, País Vasco o Galicia fueron algunas de las procedencias.

El mal tiempo anunciado preocupaba a los promotores y finalmente se convirtió en uno de sus mejores aliados. "Creo que el hecho de no estar los días para hacer otras actividades nos hizo superar todas las previsiones", indicó Madrid, visiblemente contenta por el poder de convocatoria de la Feria.

Si bien esta feria acumula ya nueve ediciones, solo se había celebrado en una ocasión en Oviedo. "Tuvimos una primera experiencia en 2018. Luego vino la pandemia y por eso no repetimos", relata la coordinadora del evento, mostrando su predisposición a organizar una décima edición con el mismo escenario. "El Calatrava tiene algún problemilla, pero es muy céntrico y un buen espacio para lo que nosotros buscamos", puntualizó, remitiéndose a algunas quejas de visitantes mayores por la dureza de la rampa peatonal de acceso al recinto municipal de congresos.