Javier Porrón | | Gerente de la confitería Ovetus

Un obrador hecho al irremediable paso del tiempo

Ovetus, fundada en el año 1994, se vio obligada a modernizar sus instalaciones para dar cabida a una mayor producción

Javier Porrón.

Javier Porrón. / Alberto Algueró

Alberto AlgueróA. A.

Javier Porrón es el gerente de Ovetus, confitería que cuenta con tres establecimientos en la capital asturiana. Fue portero de fútbol (jugó en conjuntos como el Lealtad o el Marino de Luanco) y llegó a compaginar el deporte con la pastelería, a la que intenta llevar todo lo aprendido en su anterior etapa como futbolista.

De arriba abajo, figura de una bota y el escudo del Oviedo, hórreo de chocolate y logo de Ovetus. |   | P. S.

De arriba abajo, figura de una bota y el escudo del Oviedo, hórreo de chocolate y logo de Ovetus. | | P. S. / Alberto AlgueróA. A.

–Empezando por lo actual... ¿Cuáles son sus recomendaciones para esta Semana Santa?

Santiago Izquierdo, maestro chocolatero, elabora los huevos de Ovetus. |

Santiago Izquierdo, maestro chocolatero, elabora los huevos de Ovetus. | / Alberto AlgueróA. A.

–Principalmente, aconsejo todo aquello que lleve chocolate. Contamos con figuras, huevos, bombones, etc... elaborados de forma artesanal. También disponemos de productos típicos de algunas regiones asturianas, como los roscones de piso o ciertas tartas. Abarcamos una amplia gama de presentes con los que celebrar una época del año tan especial como esta.

Un obrador hecho al irremediable paso del tiempo

Un obrador hecho al irremediable paso del tiempo / Alberto AlgueróA. A.

–¿Qué es lo que más agradece de su trabajo en la confitería?

Un obrador hecho al irremediable paso del tiempo

Un obrador hecho al irremediable paso del tiempo / Alberto AlgueróA. A.

–Al 99%, lo que más me satisface es la valoración positiva, tanto del cliente como de nuestros trabajadores. Supone el reconocimiento al trabajo bien hecho y me hace sentir orgulloso de nuestra labor. Estoy muy contento con ello.

–¿Cómo ha cambiado el sector en los últimos años?

◘–El sector se ha visto afectado por una auténtica revolución relacionada con la tecnología. Nosotros la hemos sentido, sobre todo, en lo vinculado con la maquinaria o los procesos informatizados. Desde la pandemia, la tienda online se ha convertido en un filón y ha supuesto otra vía de crecimiento. Todo se ha simplificado, dando lugar a una eficiencia que es cada vez mayor.

–¿Qué habilidades adquiridas como futbolista le han ayudado en su papel en Ovetus?

–Como portero, lo que más aprendí fue que el error se nota mucho y, cuando aparece, en última instancia te fortalece. Supe cómo ser resiliente, cómo sobreponerme a las adversidades... y es algo que intento trasladar a la confitería. Yo no tenía ninguna virtud para ser portero y tuve que pulirme con el paso del tiempo. Lo mismo sucede en Ovetus: cuando algo no sale, lo tenemos que volver a probar. Nos "pulimos" día a día.

Resulta imposible entender la historia de Ovetus sin conocer la de su obrador. El primero comenzó a producir en el año 1994, justo cuando la confitería inició su andadura. La tienda que antes vio la luz fue la de Santa Susana, donde se estableció el obrador momentáneamente. Se trataba de uno bastante pequeño y con la capacidad justa. Por aquel entonces, la producción de la pastelería –que ya elaboraba bombones, pastas de té, carbayones y pasteles, productos que siguen ocupando un lugar privilegiado dentro de sus ventas hoy en día– era más bien modesta. Sin embargo, su buen hacer le permitió llegar cada vez a un público mayor.

Para dar cabida a toda la demanda y poder absorberla, Ovetus se modernizó sin perder la que ha sido siempre una de sus señas de identidad: la elaboración artesanal. El obrador se trasladó entonces a La Bolgachina en el año 2000. La diferencia fundamental con respecto a la etapa anterior radicaba en el volumen de trabajo, que, ahora sí, la confitería podía asumir. Además, se disponía de un espacio mayor, con lo que era más fácil y cómodo el desempeño en el día a día. El incremento en los encargos hizo también que no solo se mejorara la infraestructura con maquinaria más potente, hornos y batidoras de mayor capacidad, etc., sino que ocasionó que aumentara, de igual forma, la plantilla de Ovetus, que con el tiempo duplicó su número de trabajadores.

En el año 2001, la confitería había pasado de ser una tienda-obrador a disponer de tres establecimientos en Oviedo y un obrador en La Bolgachina.

Los mejores ingredientes

Para el prosperar de Ovetus, una de las claves ha sido la calidad de sus ingredientes. Desde la confitería siempre se ha apostado por "lo mejor de lo mejor", algo que no ha pasado inadvertido para el público, que agradece y reconoce que la confitería emplee ingredientes sobresalientes que se dejan notar en cada elaboración. Por ejemplo, la almendra es Marcona, cuidadosamente seleccionada; el chocolate, aunque existan numerosas variedades, se adquiere con el máximo porcentaje posible de cacao y pocos aditivos... En definitiva, se preserva lo natural. Además, se confía en materias primas que proceden de la región. En este sentido, los lácteos (queso, leche, mantequilla, etc.) son productos que refrendan, también, la apuesta de la confitería por lo propio.

Actualmente, Ovetus continúa siendo un auténtico referente dentro del sector confitero en Oviedo. La empresa familiar se ha reinventado con el paso del tiempo y ha sabido adaptarse a las nuevas demandas de los consumidores.