El nuevo hallazgo que pone en duda el uso original de Santa María del Naranco, símbolo universal del patrimonio asturiano

Las obras para combatir las humedades han permitido desmontar e identificar una lápida en el vestíbulo que sugiere un uso religioso de la construcción, como capilla privada

El nuevo hallazgo que pone en duda el uso original de Santa María del Naranco: la clave está en un piedra de 600 kilos

El nuevo hallazgo que pone en duda el uso original de Santa María del Naranco: la clave está en un piedra de 600 kilos / LNE

No es exactamente la tumba del rey, pero su importancia podría venir a revolucionar el relato oficial en torno a Santa María del Naranco y los monumentos del ramirense asomados al lado sur del monte ovetense. Así consideran los expertos que se puede traducir la identificación de una losa votiva en el vestíbulo de entrada a la iglesia prerrománica. El elemento sepulcral, por más que lo sea de forma figurada –en forma de homenaje y no de señal de enterramiento– llevaría a descartar que el edificio fuera un palacio residencial de verano de la monarquía asturiana, e inclinaría la balanza hacia la hipótesis del uso religioso primigenio, Santa María del Naranco como una capilla privada.

El descubrimiento se produce en el contexto de las obras para combatir las humedades en el edificio, iniciadas en octubre del pasado año y que deberían haber finalizado en febrero. Las condiciones climatológicas, explicó entonces el Principado, habían obligado a llevar hasta marzo el fin de los trabajos, pero como conocen todos los que hayan intentado ir de visita a los monumentos, los dos templos permanecen aún cerrados y el fin de las labores de acondicionamiento se ha prolongado ahora hasta el 1 de julio.

Detalle de la losa, ya retirada como se aprecia en la foto principal, a la derecha.

Detalle de la losa, ya retirada como se aprecia en la foto principal, a la derecha. / I. Collín

La losa votiva ha estado siempre presente, a la vista de todo el mundo, en el vestíbulo de entrada, en el rellano principal donde confluyen las dos escalinatas de acceso a la planta principal, aunque en un estado fragmentado. Ahora, aprovechando las obras de reposición de algunos de los sillares que Menéndez Pidal incluyó en su intervención, se ha podido desmontar completamente para identificarla con precisión. Es después del proceso de extracción de estas piezas, que conformarían una losa de entre 600 y 700 kilos, acometido hace unos quince días, cuando se habría podido confirmar su condición de lauda sepulcral.

El Principado cuenta ya con un informe al respecto y, según las fuentes próximas consultadas, hay mucha expectación por la importancia de la información que aporta sobre la génesis del monumento ramirense. ¿Era una losa votiva dedicada a Ramiro I? ¿Fue Santa María del Naranco desde el principio la capilla privada del Rey? Los informes con los que trabaja ahora el Principado arrojarán, se espera, más luz.

El bloque de piedra fragmentado -en la imagen de la derecha-, que ahora se ha identificado como una lápida votiva, pesa unos 600 kilos y se ha retirado de su ubicación original, en el vestíbulo del edificio. Su identificación como elemento sepulcral permite inferir un uso religioso, como capilla privada de Ramiro I, y no recreativo o residencial, como hasta ahora se pensaba.

El bloque de piedra fragmentado -en la imagen de la derecha-, que ahora se ha identificado como una lápida votiva, pesa unos 600 kilos y se ha retirado de su ubicación original, en el vestíbulo del edificio. Su identificación como elemento sepulcral permite inferir un uso religioso, como capilla privada de Ramiro I, y no recreativo o residencial, como hasta ahora se pensaba. / LNE

Frente a la teoría de que Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo formaban un conjunto palatino como residencia de verano para la caza, algunos autores han defendido desde hace años la otra hipótesis que ahora vendría a confirmar esta lápida. Es el caso de los trabajos del arqueólogo César García de Castro, que precisamente coordina para el Principado la campaña contra las humedades en el Naranco, dirigida por Ramón Villasana, en la que se ha identificado la lauda votiva.

García de Castro, referencia en el estudio de estos monumentos, ha puesto en duda en varias ocasiones la tesis de la residencia palatina. En un artículo publicado en la revista Nailos en 2019 defendía que las crónicas en las que se habla de los palacios eran ejercicios más retóricos que descriptivos. Y añadía otros argumentos: "El mero examen superficial de Santa María ya permite concluir", razonaba, "que entre sus funciones no estuvo la residencial: es difícil concebir un edificio menos adecuado a la habitación: abierto a los cuatro vientos, carente de instalaciones de calefacción o chimenea, falto de toda división interna en dependencias funcionales indispensables: cocina, dormitorios, comedor, despensa… Es evidente que la residencia de Ramiro I, llegase o no a ser construida y rematada, hubo de encontrarse en otros edificios, hoy desconocidos". Descartado el palacio según este razonamiento, quedaba por confirmar el uso original, al que los datos aportados ahora por la losa votiva podrían arrojar nueva luz.

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