Suspenden por cuarta vez el juicio contra dos acusados de maltratar a un perro atándole el hocico para que no ladrase y de encerrarlo sin comida

La juez tomó la decisión de aplazar la vista al no comparecer los dos policías locales que rescataron a "Abel" de una nave desnutrido y con heridas de consideración

Los dos acusados sentados en la sala del juzgado antes de que se suspendiese la vista.

Los dos acusados sentados en la sala del juzgado antes de que se suspendiese la vista. / Félix Vallina

Es la cuarta vez que ocurre. El juicio contra los dos acusados de maltratar a un perro y de encerrarle sin comida ha vuelto a ser suspendido la mañana de este jueves. En esta ocasión la vista no se celebró porque no comparecieron los dos policías locales que rescataron a "Abel" --así se llama el pastor alemán cruzado que fue maltratado-- de la nave "tapiada y cerrada" en la que permanecía encerrado. Tanto la fiscal como el abogado de uno de los acusados consideraron que los dos agentes son "testigos fundamentales" para resolver el caso y sus argumentos fueron tenidos en cuenta por la juez, que decidió volver a aplazar el juicio.

Una de las dos personas que se sentaron en el banquillo, el dueño del perro, no se mostró muy de acuerdo con la decisión y se lo dijo a la juez cuando vio que el juicio iba a volver a suspenderse. "Llevamos así cinco años. Sólo quiero que se me escuche y acabar con esto de una vez para recuperar a mi hijo", dijo el joven haciendo referencia al animal. "Mi perro es como mi hijo, tiene nueve años y ya me han quitado cinco de poder estar con él", añadió después en los pasillos de los juzgados de Llamaquique. Según sostiene el acusado, "Abel" se encuentra "en una casa de acogida de Gijón" después de haberse pasado "tres años en una jaula" del albergue de animales de La Bolgachina. El joven, representado por el letrado José García-Ovies, dice que no tuvo nada que ver con lo que le ocurrió al perro, aunque el ministerio fiscal no piensa lo mismo y solicita para él ocho meses de prisión y la prohibición de tener animales a su cargo durante tres años, la misma pena que para la otra joven acusada, que también niega su culpabilidad.

El ministerio fiscal sostiene que en marzo de 2019 uno de los acusados dejó a "Abel" con una amiga para que se lo cuidase en su domicilio de Oviedo. Como ladraba mucho y los vecinos protestaban, la mujer tomó la decisión de atarle el hocico con una cuerda con el consentimiento de su dueño, algo que le impedía comer y que le causó una profunda herida en el morro. Al no poder acoger por más tiempo al animal en el domicilio, el perro fue trasladado al interior de una nave industrial cerrada y tapiada, "sin alimento ni bebida", con conocimiento de ambos acusados, "quienes no le prestaron atención ni asistencia alguna". El animal fue recogido por la Policía Local en la mañana del día 7 de julio de 2019 y trasladado al albergue de animales con la herida del hocico y daños en una pierna.

El juicio por estos hechos se suspendió por primera vez porque una de las acusadas se encontraba en el hospital. La segunda fue a consecuencia de la huelga de los juzgados y la tercera porque los que no se presentaron "por despiste" fueron el acusado y su letrado. La juez les prometió a los procesados no demorar en demasía la fecha de la próxima citación.