La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Edil del PP y trabajadora social

La pobreza infantil, un desafío ya cubierto por el PP

Ante el debate sobre la apertura de los comedores escolares en verano

Firmo este artículo como trabajadora social, y no como exconcejal de gobierno de Servicios Sociales en Oviedo y ahora concejal del Grupo Municipal del Partido Popular en la oposición, para seguir la tendencia abierta por los miembros de la fracasada lista electoral del PSOE en Oviedo -cosecharon el peor resultado de sus historia y, en vez de dimitir, ahora son alcaldes pantalla de la alcaldesa en la sombra, que es Ana Taboada, como ella misma se encarga de demostrar un día sí y otro también- que en lugar de firmar sus artículos dejando claros su posición y su fracaso se esconden bajo sus profesiones o aficiones.

Pues bien, escribo como trabajadora social para contestar al artículo publicado el sábado por Mari Luz Pontón, escritora, y, también, candidata número seis de la lista electoral del PSOE en Oviedo el pasado 24 de mayo, en el que, con un tinte vergonzosamente demagógico, resalta "el gran acierto" -dicho con toda la ironía del mundo- del nuevo gobierno municipal presidido en la sombra por Ana Taboada al abrir los comedores escolares en el verano, lo que para esta escritora que no llegó a ser concejal porque su partido cosechó el peor resultado de su historia en Oviedo es una prueba del desafío asumido por el nuevo gobierno municipal para luchar contra la pobreza infantil.

La cosa se explica por sí sola: el nuevo gobierno municipal ha montado un numerito mediático para, al final, abrir siete colegios y dar menús a 173 niños. Y sólo está pensado para julio. En agosto veremos lo que hacen. Frente a esto, el pasado año, el gobierno del Partido Popular habilitó una tarjeta con dinero para comida que benefició a 670 niños. Fue una medida pactada con todos los colectivos implicados, que no estigmatiza a los niños y que, además, incluía a todos los niños; es decir, también a los que tienen otras capacidades, que en esta "revolucionaria" - dicho sea con ironía- mediada del tripartito radical ovetense no tienen cabida.

La alcaldesa en la sombra llegó a decir que el anterior gobierno municipal no había previsto nada. Falso. Todo estaba previsto para hacer lo mismo: tarjetas con dinero para comida que tienen la ventaja, además de no estigmatizar, de que sirven también para la cena y el desayuno de los niños que se encuentran en esta difícil situación.

Por mucho que se esfuercen, por mucho que saquen al escenario a concejales que no llegaron a tal por el fracaso electoral de la lista liderada por quien hoy es el alcalde pantalla en Oviedo, no van a poder ocultar la realidad: en políticas sociales este tripartito radical no va a poder ir más allá de donde ya estábamos en Oviedo con el Partido Popular. Otro ejemplo: las becas de comedor. La última que firmó el gobierno presidido por Agustín Iglesias Caunedo días antes del cambio de gobierno se otorgó a una familia con unos ingresos de los padres de 33.900 euros al año. ¿Van a ir más allá?

La soberbia, como la ignorancia, son una pesada carga cuando de gobernar se trata. Pero, aún con un carro lleno de una y de otra, resulta imposible que nadie intente sacar pecho ante lo contundente de las cifras: este año, 173 niños irán al comedor; el pasado año, 670 niños que lo necesitaban tuvieron su tarjeta para que su familia les pudiera dar de comer, de cenar y no sólo por la semana, también los fines de semana - los siete colegios que ahora abren no estarán operativos los fines de semana-. Y, además, se incluyó a niños con otras capacidades que en esta "revolucionaria" -mantengo la ironía- medida del tripartito radical liderado por Ana Taboada quedaron excluidos. La verdad es que entiendo su desorientación: vienen con la cantinela de preocuparse por la gente y se dan de bruces con la realidad de que el gobierno municipal del Partido Popular ya se preocupaba por la gente con medidas para combatir la pobreza energética, con ayudas para evitar los desahucios, con recursos para atender a todas las familias en riesgo de exclusión, con becas de comedor para cubrir toda la demanda y hasta con presupuestos para cubrir los retrasos en el salario social del gobierno socialista asturiano. No lo reconocerán pero los datos están ahí. Y por mucha demagogia y firmas que utilicen no van a poder cambiarlos.

Compartir el artículo

stats