Oviedo, por sus temporadas de ópera, zarzuela, ciclos de conciertos, composiciones famosas o conferencias sobre el tema bien merece ser catalogada como ciudad musical. Asimismo, no en la actualidad, pero sí hace unos años, gran parte de la población era cinéfila: Campoamor, Filarmónica, Principado, Ayala, Cinema, Aramo, Palladium, Santa Cruz, Maria Isabel, Roxi, Asturias o Ágora certificaban la pasión que la capital de Asturias sentía por el Séptimo Arte. Otro tanto se puede decir del amor a los libros y a la pintura; librerías y salas de arte, repartidas por toda la población, daban buena cuenta de su categoría. ¿Por qué no podemos, a través de sus personajes y anécdotas chigreras, considerarla también como recinto humorístico? No estaría mal.

A pesar de ello, algunos aseguraban que se trataba de una ciudad provinciana, adjetivo con el que, por supuesto, no estoy de acuerdo; al igual que me repatea cuando me hablan del "Oviedín del alma", no lo soporto. Otra cosa es la descripción que a través de los años han brindado excelentes escritores. Visión que se entiende y valora bajo el manto literario, o se rechaza de plano como imposición crítica. Hemos de reconocer que cualquiera de las ciudades representadas en sobresalientes novelas, guardan más riquezas en su baúl que los increíbles argumentos de "Fiesta" y Pamplona, "Ulises" y Dublín, "En busca del tiempo perdido" y París.

Vetusta, Lancia, Pilares, Fontán, Abulia, Carbayo? Son algunos de los pseudónimos más conocidos. Otros autores, García Pavón, Dolores Medio o Sara Suárez Solís hablan directamente de Oviedo, la ciudad bien novelada.

Si bien en 1987 Jesús Evaristo Casariego había publicado en el Instituto de Estudios Asturianos la obra "Oviedo en la historia y la literatura a través de 1200 años", y José Ignacio Gracia Noriega "Oviedo en los libros", Ayuntamiento de Oviedo, 1997, se echaba de menos un estudio reciente de la novela y Oviedo, pues en ese intervalo de tiempo han salido notables narraciones con nuestra ciudad como fondo.

Los profesores Rosa María Moriano Fernández y Luis Arias Argüelles-Meres, en "Oviedo, ciudad de novela" (Septem Ediciones), han rellenado esa laguna y, además, han completado las crónicas literarias anteriores. Se pregunta Rosa "¿Son las ciudades lluviosas más literarias que las que disfrutan de un clima seco? Las largas tardes lluviosas a lo largo casi del año entero podrían ser la clave: leer y escribir son actividades placenteras de interior". Mira por dónde nos es necesario, bienvenida sea la lluvia, que diluvie en Vetusta para introducirnos en la narrativa local: Rosa Moriano y Luis Arias nos llevan de la mano. Con razón pregonan que nos encontramos en una ciudad literaria, que empezó a serlo a finales del siglo XIX, y que continúa siéndolo en la actualidad.

"Oviedo, ciudad de novela" goza de un contenido perfectamente estructurado. De cada autor se incluyen completos datos biográficos, un profundo análisis de la novela elegida, del argumento y su tiempo, de los lugares citados, del resto de sus obras, de sus ecos históricos? Como es obligado, comienzan la antología con un pormenorizado estudio de "La Regenta", (origen de Vetusta) obra cumbre de la literatura ovetense, continuando con Palacio Valdés y el "Maestrante", novela en que Oviedo se convierte en Lancia, para proseguir con las novelas de la Guerra Civil: García Pavón ("Cerca de Oviedo"), Paco Ignacio Taibo I ("Para parar las aguas del olvido"), Ricardo Vázquez Prada ("Tomar café en Peñalba").

Reseñan una obra de José María Jove, "Un tal Suárez", que comienza la acción en el Oviedo de 1935. Destacan el mundo de Lena, "Nosotros, los Rivero", narración inolvidable de Dolores Medio, con mención especial a la edición íntegra que acaba de publicar la editorial "Libros de la letra Azul", con deliciosas ilustraciones de Rebeca Menéndez. Brice Echenique ("La vida exagerada de Martín Romaña"), Sara Suárez Solís ("Blanca y radiante"), Herrero Montoto ("El Habitante"); nuestra querida Cronista Oficial, Carmen Ruiz-Tilve ("Galería de espejos"), Gerardo Lombardero ("El patio de los sueños"), Belén Gopegui, ("Lo real"), Pepe Monteserín ( "La conferencia: el plagio sostenible"), Xuan Bello ("Al Dios del lugar"), Abraham Agüera ("Las reliquias del silencio"), David Suárez ("Malos humores") y Fernando Fonseca ("Apabullante silencio extranjero").

Para completar la selección, cronológicamente hablando, a "Jugadores de billar", de José Avello, reeditada en la primavera de 2018 por Ediciones Trea, le corresponde el último lugar, subrayando que por méritos literarios debía de figurar en segundo. Sin duda, tras "La Regenta", es la mejor obra escrita con Oviedo como escenario.

Si hasta el momento hablábamos de Oviedo como "ciudad bien novelada", con el trabajo realizado por Rosa María y Luis hemos de variar el concepto y denominarla como "ciudad de novela". Si Oviedo, como fuente de inspiración, es sobresaliente, esta nueva guía se hace imprescindible para conocer y gozar Vetusta, Lancia, Pilares y Oviedo a través de sus novelas.