Opinión | Crítica

Mágico debut barroco

Prego y Bach, los dos protagonistas del segundo recital de la "Primavera Barroca"

El clavecinista Ignacio Prego debutaba en la capital del Principado mediante un ambicioso programa titulado "Las suites francesas de Johann Sebastian Bach", compositor homenajeado en la noche del jueves por el 339 aniversario de su nacimiento. Todos los astros se alinearon para rubricar una excepcional velada artística que, sin duda, refuerza esta undécima edición del ciclo "Primavera Barroca" y el trabajo realizado en Oviedo, ya que, tal y como apuntó el propio solista, "en esta ciudad, con semejante tradición y cultura musical, todo va a favor".

Y todo fue a favor en su recital. La "suite francesa número 4 en mi bemol mayor" ya destapó el tarro de las esencias de Prego, a través de un extraordinario manejo de la agógica. El madrileño realizó una lectura muy inteligente de las piezas y supo plasmar a las mil maravillas el carácter de cada una de las danzas que conforman estas obras de Bach, contrastando acertadamente el tempo y luciendo una articulación y un equilibrio exquisito en cada una de las manos. En la "suite francesa número 6 en mi mayor" resultó muy interesante cómo el clavecinista (siempre bajo un semblante concentrado, pero disfrutando de cada nota) estiraba algunas frases propiciando los choques armónicos y las disonancias para luego resolverlas con gran elegancia.

La brillantez y sutileza en las ornamentaciones, como se pudo apreciar a lo largo de todo el programa, fue otro de los aspectos que Prego cuidó especialmente, siempre desde el profundo respeto a las obras interpretadas y con una pulsación nítida –ejemplo de ello la "Partita número 2 en re menor" de Froberger– que favorecía tanto las danzas de mayor velocidad como el lirismo de las melodías más íntimas y expresivas. La calidez tímbrica de su clave jugó, igualmente, en su favor. Su bella sonoridad sumergió a los asistentes (lástima la docena de entradas que restaron por vender) en una atmósfera ideal para la audición de estas obras y redondeó una velada mágica para la historia musical barroca de Oviedo.

Suscríbete para seguir leyendo