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"El segundo año fue muy duro"

Lo peor de la estancia de Juliá en el Oviedo fueron los dos primeros años. "La gente esperaba mucho de mí y las cosas no nos salían, yo también me lesioné y pasé momentos difíciles", reconoce. La más difícil de todas fue la segunda temporada en el Oviedo, la 1986-87, en la que llegaron a descender a Segunda B, aunque luego se salvaron por una reestructuración de la Liga. "La gente te machacaba hasta cuando ibas a la carnicería. Es verdad que lo estábamos haciendo muy mal", explica.

Las cosas mejoraron después y al delantero le quedan, además del amor a los colores del Oviedo, unos cuantos amigos: "Zubeldia, Luis Manuel, Berto, Thompson, Juanito, García Barrero...".

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