El Lugo atraviesa un momento dulce y eso se notará el domingo en el Carlos Tartiere. El equipo de Francisco, líder de la categoría, llegará al feudo oviedista acompañado de unos quinientos seguidores, que se ubicarán seguramente en el fondo sur, lugar habitualmente reservado para las aficiones rivales. El conjunto gallego dispone para este partido de 432 entradas, que prevé vender fácil entre su hinchada, a las que hay que sumar otras 100 localidades de intercambio. El plan de los seguidores gallegos es llegar a Oviedo sobre las once de la mañana.

Después de la polémica de las entradas de hace dos temporadas, cuando la afición azul renunció a desplazarse al Anxo Carro en protesta por el número y el precio de las localidades (40 euros), la relación entre las directivas de ambas entidades se han reconducido y, en estos momentos, es buena. De hecho, Oviedo y Lugo tienen ya un principio de acuerdo para el reparto de entradas para la vuelta en el Anxo Carro, que se disputará el fin de semana del 7 y el 8 de abril, justo después de Semana Santa. El Lugo se comprometió a dar una cantidad superior a las 300 que facilitó el año pasado, según señalaron desde la entidad gallega. Al último partido del Oviedo en Lugo acudieron casi tres mil aficionados oviedistas.

Un árbitro vasco para el partido. Por otra parte, el árbitro para el encuentro será Gorka sagués Oscoz (37 años el próximo viernes), de San Sebastián. Es su sexta temporada en Segunda. En estas tres últimas temporadas, dirigió los partidos Oviedo-Valladolid (2-1), Oviedo-Tenerife (1-0), Alcorcón-Oviedo (1-0), Llagostera-Oviedo (2-0) y Mirandés-Oviedo (0-2).