El carácter guerrero de Verdés, invocado por Anquela en la previa al choque de Soria, regresa al equipo para la dura batalla de Los Pajaritos. Busca el jienense, forzado por la ausencia de Forlín, sancionado, intensidad en los suyos y capacidad en las disputas aéreas. Formará junto a Carlos Hernández, uno de los baluartes esta temporada, con peso en la zaga y también en el ataque: con seis dianas es el máximo anotador de los azules igualado con Toché, Berjón y Linares. La pareja de zagueros centrales fue un clásico en el inicio de curso que, sin embargo, fue perdiendo progresivamente peso con el paso de la competición. El saldo de los dos en el once inicial con el sistema que hoy empleará el Oviedo no es malo: han jugado juntos de inicio en nueve ocasiones con una defensa de cuatro hombres y solo en una, Albacete, se han ido con una derrota.

El saldo total de la pareja es de tres victorias, cinco empates y la derrota del Belmonte. Las preferencias de Anquela respecto a su línea defensiva han ido virando a lo largo de la campaña. En la primera cita liguera, ante el Rayo Vallecano allá por el mes de agosto, la línea defensiva estuvo compuesta por Cotugno, Verdés, Valentini y Christian. Mucho han cambiado las cosas desde entonces. El lateral derecho se ha ido alternando entre la eficacia de Cotugno y la profundidad de Johannesson. Para el centro de la zaga, las candidaturas de Forlín y Carlos Hernández han sido las más repetidas. Para el flanco izquierdo, la única cosa clara es que Christian reina en una defensa de cuatro hombres. El recurso de Mossa es cuando se dibuja un carril.

La derrota ante el Rayo en el estreno le dio la alternativa a Carlos Hernández, que ya se hizo con el sitio. Carlos Hernández y Verdés fueron pareja de centrales entre las jornadas 2.ª y 9.ª, cuando el equipo trataba de cogerle el pulso a la competición. El Oviedo logró en aquella etapa dos triunfos (3-0 frente al Reus y 1-0 contra el Cádiz) y cinco empates (1-1 en Almería, 1-1 en Gijón, 2-2 ante el Zaragoza, 1-1 en Barcelona y 1-1 frente al Tenerife), además de la mencionada derrota (2-1) en Albacete. No es que el rendimiento defensivo fuera el deseado por el entrenador, pero la pareja de centrales se comportó de forma eficiente asentándose en el once titular. Por entonces, Forlín era preferido por Anquela para darle equilibrio al centro del campo.

El matrimonio se rompió ante el Tenerife, por una lesión de Verdés, que hasta entonces se había olvidado de las molestias, su enemigo más importante desde que llegó a Oviedo hace ya tres veranos. Cuando Verdés, ya recuperado, encontró un sitio en el once otra vez, el equipo ya había dado paso al sistema con tres centrales. Verdés fue titular junto Valentini y Carlos Hernández actuando como libre en la victoria 2-1 frente al Almería, jornada 23.ª. Repitió el valenciano la semana siguiente en el empate sin goles de Reus, formado en aquella ocasión con Forlín y Christian Fernández. Tras unos minutos sin acierto en Cádiz, derrota 2-1, la última intervención de Verdés fue en el 3-1 con el que los azules cayeron en Tenerife, acompañando a Forlín y Christian.