Ibrahima Baldé, tipo positivo, intentó levantar ayer levantar el ánimo de la hinchada oviedista en la búsqueda por el play-off tras la caída en La Rosaleda (3-0). Christian Fernández dijo tras la derrota ante el Málaga que las posibilidades de promocionar se quedaban en un "milagro", pero el senegalés deslizó ayer en El Requexón tras el entrenamiento que el Oviedo intentará ganar todos los partidos y esperará resultados de rivales directos. Ibra no dio por perdido el play-off pese a lo complicado de la empresa.

"Hay que ser ganador y darlo todo en el campo. El vestuario lo habló después del partido y en el hotel. Tenemos que ganar y esperar, empezando por este domingo, que no va a ser fácil", dijo Ibra, que envió un mensaje a la afición, "siempre hay que creer. Depende de nosotros mismos, que somos los que estamos en el césped. La afición tiene que ver que el equipo está vivo. Todo empieza por nosotros", recalcó el delantero.

Ibra fue el autor del penalti a Ontiveros en La Rosaleda, que costó el primer gol del Málaga. Pidió perdón por esa acción. "El míster había avisado sobre Ontiveros, lo aguanté hasta esa jugada. Me equivoqué y lo lamento mucho, pero no hay que pensar más allá. Hay que mirar hacia adelante", dijo. "El equipo siempre sale para ganar, nos hemos equivocado y eso nos pasó factura. Tenemos que ir a muerte en los partidos que quedan, por el club y por nuestro orgullo", finalizó Ibra.