El Oviedo, preparado para todo: así son los sistemas que ensaya el club azul para adaptarse a cualquier situación

Luis Carrión, entrenador azul, ensaya varios sistemas para adaptarse a cualquier situación que se presente en la recta final del curso

Los jugadores del Real Oviedo, durante un entrenamiento en El Requexón. | David Cabo

Los jugadores del Real Oviedo, durante un entrenamiento en El Requexón. | David Cabo / Joaquín A. Cuesta

Joaquín A. Cuesta

Joaquín A. Cuesta

Al Real Oviedo le quedan cuatro partidos por delante para intentar mantener la zona de play-off. Cuatro finales, dos en casa y dos a domicilio, en las que los futbolistas deberán aplicar todo lo ensayado tras la llegada de Luis Carrión al banquillo carbayón.

El técnico catalán siempre ha sido muy claro con su planteamiento. De hecho, hasta el pasado partido contra el Huesca, Carrión siempre había utilizado el 4-2-3-1 que le llevó a sacar al equipo del descenso y a meterse a pelear de tú a tú con los candidatos al ascenso a Primera División. Pero tras un bache en el que los azules sumaron un punto de los nueve posibles contra el Mirandés (1-1 en el Tartiere), el Cartagena (2-0 en Cartagonova) y el Tenerife (0-1 en el Tartiere), el capitán del barco azul se planteó nuevos sistemas con los que tratar de minar la moral de sus rivales.

Ya contra el Huesca, Carrión salió con un 4-4-2, con Masca y Alemão como puntas para tratar de regresar a la senda goleadora que el Oviedo necesitaba. Lo cumplió (0-2 en El Alcoraz), aunque el mérito no fue solo del dibujo. Borja Sánchez y Pomares, que no habían gozado de muchos minutos durante la presente campaña, entraron como titulares y cumplieron con creces. De hecho, el canterano fue el hombre del partido.

El Oviedo jugará previsiblemente este domingo (16.15 horas) ante el Zaragoza en el Tartiere con el mismo dibujo con el que consiguió vencer al Huesca. Sin embargo, Carrión ya trabaja sobre el césped de El Requexón diferentes variables para poder contrarrestar las ideas de los rivales. Durante el entrenamiento de ayer, el técnico catalán llegó a probar hasta cuatro sistemas de juego diferentes. El que más tiempo ocupó fue el eficaz 4-4-2 de Huesca, aunque también hubo tiempo para repasar el 4-2-3-1 característico de este Oviedo con opciones. Pero también se entrenó el 4-1-4-1 y el 4-3-3. El primero, por si se quiere amarrar el resultado. Prácticamente cinco defensas, con un mediocentro defensivo que sirva de enganche y un muro de cuatro futbolistas en el centro del campo. El segundo, por si el partido se complica. Con los tres puntas, Carrión busca la opción de gol, con dos carrileros subiendo por la banda para centrar balones y con Millán, Bastón y Alemão al remate de cabeza.

Este último ya lo probó durante la segunda parte contra el Tenerife, aunque no surgió demasiado efecto. Sin embargo, el Oviedo está preparado para todo.

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