La clave de la derrota para el entrenador del Real Oviedo Javi Rozada estuvo en la acción del primer gol, el penalti señalado a Arribas y que no fue: "La acción del penalti es la que dice el partido, pero no voy a hacer declaraciones, no voy a decir nada más porque tengo miedo; son cosas que no me convienen", añadía. El entrenador lamentó que ellos, que se están "jugando muchas cosas", no se merecen este tipo de trato: "Están pasando demasiadas cosas que nos perjudican". Y añadió que por quien más lo siente es "por los chavales"."Cuando el Almería estaba un poco desesperado llegó está jugada que decidió el partido", añadió después de la rueda de prensa el técnico azul, quien insistió en que prefiere "no decir nada y estar callado". Un Rozada que añadió que "descender sería catastrófico para el club".

El técnico azul coincide con Alejandro Arribas en que la acción del primer gol es decisiva y en que ellos no hicieron nada para perder un encuentro que tenían controlado: "El partido lo marca el primer gol y no lo que pasó en el segundo. Mi equipo no ha cometido ningún error, hemos estado bien", afirmaba.

En cuanto al partido, Rozada asegura que todo estaba yendo según lo previsto: "El partido estuvo bien, se jugó a lo que queríamos, sabíamos a los que veníamos. Tuvimos personalidad con el balón, con las líneas juntas. El Almería no nos inquietó, si lográbamos dos pases llegábamos con peligro, Juanjo (Nieto) nos dio profundidad. Lo hicimos todo bien. Apretamos tras pérdida en su campo para no dejarles correr. En el segundo tiempo el partido estaba decantado para nosotros, daba la sensación de que estaban precipitándose y cuando robábamos salimos con peligro".

Rozada también ha explicado su decisión de alinear a los dos nuevos fichajes, Lunin y Luismi, cuando llevaban tan solo un día de entrenamiento con el equipo: "Los he visto bien y opté por meterlos porque cuanto más rápido se integren en la dinámica del equipo va a ser mejor para todos. Los dos han tenido una muy buena actuación", añadía.