Técnico del Oviedo, profesión de riesgo: el llamativo dato sobre los entrenadores azules

Desde el regreso a Segunda División, el club azul ha tenido nueve entrenadores en ocho años

Luis Carrión, a la derecha, acompañado de Jorge Tejada, a la izquierda, ayer en El Requexón | Irma Collín

Luis Carrión, a la derecha, acompañado de Jorge Tejada, a la izquierda, ayer en El Requexón | Irma Collín / Nacho Azparren

Nacho Azparren

Nacho Azparren

Álvaro Cervera fue el primer técnico desde Radomir Antic en 2000 en estampar su firma en un contrato de una duración de más de un año. El cántabro renovó por do años hace cuatro meses y el serbio había hecho lo propio a comienzos de siglo. Aquel gesto fue interpretado por un guiño a un proyecto a largo plazo por vez primera en mucho tiempo, en décadas, y un síntoma de que, de la mano de Pachuca, se intentaba alcanzar una estabilidad que no había existido en los últimos tiempos. La apuesta, sin embargo, solo ha durado 6 semanas. Ser entrenador del Oviedo sigue siendo una profesión de riesgo.

Con la llegada de Luis Carrión se alcanzan los nueve entrenadores en los últimos ocho años de peregrinaje del club azul por la Segunda División. Salvo con Anquela y con Ziganda, ningún entrenador ha aguantado más de una temporada en el resbaladizo banquillo azul.

Sergio Egea fue el hombre que ascendió al Oviedo y lo trajo de regreso al fútbol, profesional. Y tenía al equipo en puestos de play-off de ascenso, peleando el salto a la elite, cuando tras un enfrentamiento con el vestuario presentó su dimisión. Dirigió a los azules en Segunda 199 días, 31 choques, con unos números excelentes, los mejores desde el regreso: 1,58 puntos sumados por cita.

Peor suerte tuvo David Generelo, su sucesor, con una pobre experiencia de 13 choques y un saldo mínimo, de 1 punto por partido. Mejor le fue a Hierro, durante la campaña, 2016/17, pero sus 1,42 puntos de media no le sirvieron a los azules para entrar en play-off. Le sucedió Juan Antonio Anquela, el primero en superar la barrera de la primera campaña. Rozó el play-off y transitaba en mitad de tabla cuando fue despedido. Aguantó 660 días, 79 partidos, con 1,49 puntos sumados.

La segunda etapa de Egea fue breve, 146 días, y solo 0,92 puntos por choque. Mejoró con Rozada, 1,17 puntos en sus 24 encuentros, pero fue sustituido por un Ziganda que sí se asentó en Oviedo: dos campañas y media, 863 días, 101 partidos y 1,46 puntos por encuentro. Aunque, como sus predecesores, sin el premio del play-off. Bolo fue otra experiencia amarga y breve, 108 días y 0,91 puntos, la peor desde el regreso.

Por eso llegó Cervera. Y su apuesta se extendió durante 338 días en los que ha sido capaz de sumar 1,45 puntos por partido liguero. Ahora le toca el turno a Luis Carrión, el noveno en dirigir una nave que, en cuanto a entrenadores se refiere, se muestra más inestable de lo normal.

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