La misión de los hinchas azules en Alcorcón, "jugar en casa": así "tomaron" las taquillas alfareras un grupo de aficionados para comprar entradas para el sábado

La "operación Furacu", fraguada en Twitter, tomó mucha fuerza durante las pasadas jornadas: "Dicen que agotamos las entradas"

La misión de los hinchas azules en Alcorcón, "jugar en casa": así "tomaron" un grupo de aficionados las taquillas alfareras para comprar entradas para el sábado

La misión de los hinchas azules en Alcorcón, "jugar en casa": así "tomaron" un grupo de aficionados las taquillas alfareras para comprar entradas para el sábado / LNE

Joaquín A. Cuesta

Joaquín A. Cuesta

Ya que se habla tanto de la famosa fuga de cerebros del Principado hacia Madrid, al menos que sirva de algo. En este caso beneficia al Oviedo. El jugador número "12" en el partido de los azules en Alcorcón (sábado, 16.15 horas) tendrá una gran fuerza. La peña azul Furacu, de Madrid, envió a varios "comandos" hacia la ciudad madrileña donde jugará el Oviedo para adquirir el máximo número de entradas posibles, en una misión que ya se conoce como "operación Furacu", para repartirlas entre los aficionados del Oviedo que se quedaron sin localidad. No hay ninguna intención de lucrarse, afirman, solo tratar de que los de Carrión se sientan en el Santo Domingo como en casa ahora que los carbayones se están jugando meterse en el play-off.

El botín de la iniciativa se resume en 38 entradas que han conseguido los cuatro peñistas que han ejecutado la misión. Pueden sonar a pocas, pero hay que tener en cuenta que Santo Domingo, el campo de la Asociación Deportiva Alcorcón, tiene un aforo de 5.100 espectadores, una cifra cinco veces menor a la del Tartiere. Además, de esas 5.100 localidades, 3.400 son para los socios del Alcorcón y 300 para el Oviedo. Y para más inri, el club madrileño cede entradas a todos los futbolistas de las categorías inferiores y a los clubes asociados, aparte de todas las que venden a los acompañantes de los socios y al público general. Por ello, la hazaña de los socios de Furacu no se queda en una simple anécdota.

Llegaron el martes al anochecer, justo antes de que cerraran las taquillas. No pudieron ir antes: todos ellos tenían compromisos profesionales. "Preguntamos a los encargados y nos dijeron que vendían seis entradas por persona. Nosotros éramos dos, por lo que nos dieron doce. En ese momento, nos comunican en la taquilla que solo quedan ocho entradas disponibles y que estaban seguros de que le íbamos a pedir a alguien que nos las comprara, por lo que decidieron vendérnoslas", dice Diego Camporro, uno de los expedicionarios que obraron la hazaña. La única parte negativa es que no quedaban entradas de bajo coste. "Tuvimos que comprar de las caras, de 38 euros, porque de las otras nos dijeron que no quedaba ninguna", asegura Ramón Díaz, otro de los peñistas que participaron en la operación.

Ahora el reparto es simple. "Hasta ahora nos han llegado más de cincuenta solicitudes y no dejamos de recibir peticiones. Hemos hecho lo que consideramos más justo", explica Camporro. Los encargados de compartir las entradas han elaborado un plan: repartirán las entradas entre los socios de la peña que no pudieron comprar una, y el resto se lo darán, en orden cronológico de llegada, a la gente que se las ha pedido por redes sociales. "Es una pena que no hayamos podido conseguir más, pero, según nos dicen, no queda ninguna", apunta Díaz.

Todo el operativo para "tomar" las taquillas del Santo Domingo empezó a gestarse el fin de semana por la red social X (antes Twitter). La peña Furacu anunció sus intenciones y la gente se volcó, tanto residentes en Madrid como viajeros que irán al partido desde otros puntos de la Península. La primera en probar y adentrarse en Alcorcón fue Norma Sofía Martínez, una joven estudiante que vive en la capital del país mientras estudia Ciencias del Deporte. Llegó a Alcorcón y convenció a una persona para que comprara con ella y regresó al centro de Madrid con doce entradas. Al ver que la misión no era imposible, otro de los estudiantes astures en la capital, Alejandro Suárez, cogió su coche y fue directo a las taquillas. Seis entradas más. De esta manera se dio por concluida la "operación Furacu", un "éxito total" tras hacerse con 38 entradas. "Jugaremos en casa", dicen. Ahora lo que falta es que la muchachada azul regrese a casa con los tres puntos para entonar el "misión cumplida".