¡Toma castaña! Las razones por las que un buen amagüestu puede ser una fiesta para tu salud

Fruto rico en vitaminas del grupo B, la estrella del otoño constituye una importante fuente de fibra y es uno de los menos calóricos por su cantidad de agua

Erizos de castañas

Erizos de castañas

Noviembre llega invitando a disfrutar de uno de los frutos reyes del bosque asturiano: la castaña. Y si puede ser amagüestada y con sidra dulce y buena compañía, aún sabe y sienta mejor. Y es que, aunque la climatología este año ha resultado benévola, siendo por ello menor la cantidad de fruto, sigue contando con sus consumidores fieles. Y es que, además de sabrosa, la castaña tiene múltiples propiedades.

Se trata de uno de los frutos secos de menos contenido calórico: 209 kilocalorías por cada cien gramos de porción comestible debido a su cantidad de agua, un 52 por ciento. A decir de los nutricionistas, es un buen alimento como tentempié por sus hidratos de carbono y riqueza nutritiva. Es un alimento saciante que ayuda a evitar el picoteo entre horas. Hay que destacar también su importante aporte de potasio, casi medio gramo por cada cien gramos. El potasio ayuda a controlar la retención de líquidos y favorece, con ello, la diuresis.

¡Toma castaña!

Erizos de castañas / LNE

Además de ser una importante fuente de fibra, contiene vitaminas del grupo B como rivoflabina, niacina, B6 o B2, las cuales desempeñan un papel de relevancia en lo que se refiere tanto al rendimiento cerebral como al físico. Dicen además, quienes bien lo saben, que las castañas contribuyen a paliar la melancolía de esta época de cambio estacional, siendo un alimento muy apropiado para luchar contra el decaimiento, tanto físico como anímico, y para mitigar el cansancio y la falta de energía.

¡Toma castaña!

Pote de castañas / LNE

Con todo lo bueno que tienen, también es verdad que las castañas pueden resultar indigestas para algunas personas. Por eso, para evitar gases o molestias intestinales, hay que almacenar al menos diez días las castañas recogidas para que baje su contenido de taninos. Si se comen asadas, es importante darles un corte en la cápsula para evitar que se quemen. También hay quien las prefiere cocidas, tras hervirlas en agua. Para que no resulten pasadas, se recomienda cocerlas con anises o semillas de hinojo. Una vez cocidas en agua y sal, hirviendo entre 30 a 45 minutos, se pelan y se comen.

¡Toma castaña!

Cucurucho con castañas asadas. / LNE

Las castañas son una guarnición perfecta para platos con carne, además de convertirse en una exquisitez como el marrón glacé. También se ha puesto muy de moda, en los últimos años, la harina de castañas. En Asturias, uno de los platos que cuenta con más seguidores, y que se recuperó hace años en los restaurantes de la región, es el pote de castañas, una propuesta perfecta para días de frío y lluvia.

A la izquierda, un senderista en un bosque con castaños. De arriba abajo, erizos de castañas, pote de castañas y un cucurucho con castañas asadas. | LNE

Un senderista en un bosque con castaños / AnaPaz Paredes

Finalmente, señalar que, para disfrutar de ellas al máximo, tienen que conservarse en un lugar fresco y al aire libre. Si se guardan en bolsas impermeables, se corre el riesgo de que enmohezcan.

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