El 4 de noviembre de 1937, un grupo de dieciocho hombres fueron asesinados a sangre fría en San Miguel de la Barreda por un grupo de falangistas. Durante años su recuerdo, y el de tantos que acabaron en fosas comunes sin identificar, "ha permanecido sepultado por la losa del olvido", pero actos como el celebrado este domingo en el enterramiento sierense sirven "no para abrir heridas, sino para cerrarlas de una vez". Así lo proclamó en su intervención la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, que intervino en el homenaje a los fusilados visiblemente emocionada porque "se trata de dieciocho personas a las que arrebataron la vida de forma cruel por defender la libertad, aquí está enterrada la dignidad", aseveró en un acto al que asistieron también numerosos familiares de los fallecidos.

Asistentes al homenaje en la fosa común de San Miguel de la Barreda.

Como en el caso de José Antonio Suárez, que tantos años después aún vierte lágrimas por su abuelo, Antonio Suárez, uno de los represaliados. "No queremos que esto caiga en el olvido, todos los años venimos porque es un acto de justicia", aseguraba ante la fosa.

En el acto habló también la consejera de Presidencia, Rita Camblor, quien destacó que "el desarrollo de la ley de Memoria Democrática de Asturias y el impulso que supone la nueva norma estatal hacen que estemos en un momento más ilusionante para la consecución de los principios que nos mueven, que no son otros que los de justicia, verdad, memoria y reparación". Intervinieron asimismo representantes del PSOE y de IU de Siero y Noreña.