El dueño de la ganadería de Argüelles acusada de causar malos olores se defiende: "Todo viene de una falsedad de un vecino"

"Sólo huele cuando regamos con purines, algo puntual", afirma Luis Alberto Sánchez, que también es gerente del Matadero Central

Luis Alberto Sánchez muestra la parte de la finca por la que tiene un conflicto con un vecino.

Luis Alberto Sánchez muestra la parte de la finca por la que tiene un conflicto con un vecino. / Luján Palacios

Luis Alberto Sánchez (Panero), gerente del Matadero Central de Asturias y propietario de una ganadería y cebadero con cerca de 500 cabezas de ganado en Argüelles, está "más que harto" de que se le acuse "sin fundamento" de ser el causante de los malos olores que denuncian algunos vecinos de esta parroquia sierense. "Todo viene de una acusación falsa de un vecino con el que tengo problemas desde hace un año, pero es falso que huela mal, es que ni a pie de la estabulación huele", se defiende Sánchez.

Según relata, las denuncias por el supuesto hedor se vienen produciendo desde hace un año, cuando "compré una finca anexa a la ganadería y que linda con los terrenos de este señor, que se dedica a tirar toda su basura por el talud para que caiga en mi propiedad", asegura. Afirma que llegó a construir una perrera en sus terrenos y que, pese a los requerimientos que le hizo para que dejara de vaciar podaduras y restos de basura en su finca, "no me ha hecho ni caso". "Todo lo contrario, me amenazó con denunciarme por unos malos olores que no existen y así estamos", lamenta el empresario.

Sánchez reconoce que "los únicos momentos en los que huele mal es cuando regamos con purines, una actividad que está permitida y que, pese a las denuncias de este vecino, jamás nos ha sido prohibida por el Seprona". "Huele el día que se riega y está dentro de la legalidad", recalca, dispuesto incluso a "dejar de regar las fincas de la zona si, a cambio, este vecino deja de tirar basura en mi propiedad".

El propietario de la ganadería, en la que se crían terneros para el matadero, insiste en que "todos los controles están en regla, acaban de venir los veterinarios de la Consejería y no han puesto ni una sola pega". Por ello, reclama al alcalde de Siero, Ángel García, que "se acerque hasta aquí a ver si a él le huele, porque es imposible que así sea". "No hay motivos para estas denuncias más allá de una rencilla particular", apostilla.

Precisamente, el regidor mantuvo una reunión hace unos días con un grupo de vecinos para escuchar sus quejas. El pasado jueves se abordó la cuestión en el Principado, a través de los departamentos de Ganadería y Medio Ambiente, para un control conjunto de la situación. Luis Alberto Sánchez asegura estar "tranquilísimo, porque lo que hay está aquí para verse y olerse, nada de nada", concluye.