La Borriquilla apasiona en su primera procesión en Lugones, con cientos de vecinos en las calles

La figura es obra del artista sevillano Manuel Ángel Fernández Escobar y se adquirió con donativos de fieles y cuotas de los cofrades

La Borriquilla apasiona en su primera procesión en Lugones

Paula Tamargo

La Semana Santa de Lugones estrenó este Domingo de Ramos la procesión de La Borriquilla, que salió del templo de San Félix entre multitudes y recorrió varias zonas de la localidad sierense con cientos de personas acompañando al paso y congregadas en las calles para asistir a una cita que resultó de gran belleza. No solo por la calidad de la escultura, sino por las mujeres cofrades ataviadas con sus mantillas blancas que fueron delante, los niños que también las precedían a ellas y el fervor y apoyo popular con la que se acogió esta celebración.

La Cofradía del Cristo y la Soledad adquirió La Borriquilla gracias a donativos de fieles y cuotas de los cofrades. Se trata de una escultura de Cristo montado a lomos de un pollino, a tamaño natural, hecha en madera de cedro real y ahuecado en su interior. El trabajo es obra del artista sevillano Manuel Ángel Fernández Escobar.

El peso y tamaño de la figura y la necesidad de unas andas capaces de portarla han hecho que estos días atrás fueran necesarios muchos preparativos para poder sacarla en una procesión que fue más que lucida, gracias al sol de la jornada y la gran participación. El templo, durante las misas de la mañana y la bendición de Ramos, estuvo también a rebosar.