Picofino, más que un vermú de moda: la firma ampliará instalaciones en Siero y abre ya vías para la exportación

La empresa llevará a Meres todas sus instalaciones y creará un espacio para catas y visitas que muestren cómo se hace el producto

La marca, con un gran crecimiento desde 2019, está presente en cuatrocientas tiendas gourmet de toda España

"El éxito de Picofino está en no haber tomado decisiones precipitadas"

Paula Tamargo

La marca Picofino salió al mercado a finales de 2019. Hoy, en 2024, muy poco tiempo después y con una pandemia de por medio, tiene un mercado consolidado, datos de crecimiento continuado y proyectos de expansión fuera de España con iniciativas de exportación. Su sede está en Meres, donde prevén acometer inversiones para ampliar y mejorar las instalaciones desde las que se gestionan los pedidos para hostelería, particulares y las alrededor de 400 tiendas y establecimientos gourmet en los que sus productos están presentes en todo el país. En el horizonte, contar con más espacio de instalaciones en Siero y dar también un cambio a las actuales para impulsar el proyecto de que el lugar sea visitable y la gente pueda disfrutar de la experiencia de las catas, de ver cómo se elabora el producto o participar incluso haciéndolo para sí mismo.

Tito Rodríguez es el fundador de esta empresa de trayectoria imparable y el alma de su éxito. Cuenta que, en realidad, empezó a hacer ginebra de manera artesanal para él y sus amigos y que fueron ocho años experimentando y probando en la casa que tiene en Albuerne (Cudillero) hasta dar con el producto excelente que se buscaba. Gustaba tanto a los conocidos que le animaron a crear su propia marca. Y de esto él también sabe un rato, pues con solo veinte años puso en marcha una agencia de marketing y comunicación, Neozink, con la que sigue hoy en día. Fruto de su capacidad profesional también en este ámbito son las llamativas y efectivas campañas de Picofino. Envases y diseños enamoran a primera vista. Pero "por lo de fuera se puede comprar la primera vez, si lo de dentro no es bueno, no habrá segunda". En este caso, contenido y continente forman parte del secreto de un éxito que es importante en cifras y muy interesante como experiencia emprendedora.

De la ginebra, el primer producto que surgió de las elaboraciones con las que experimentó con la ayuda de un amigo destilador orensano, acabaría naciendo el proyecto Picofino Artisan Spirits a finales de 2019 . Junto a "Picofino Original Gin", a la hora de salir al mercado, se crearon otros dos productos diferentes a partir de la ginebra original: el "Picofino Fabuloso Vermut Gin Fusion" y la Crema de Ginebra Picofino con trufa negra. Después, en 2021, llegaría el formato doble magnum de 3 litros con grifo para el vermut, más adecuado para las necesidades de la hostelería. En 2022 se lanzaron las versiones minis de las botellas y los mejillones artesanos en salsa de vermut Picofino. Y en 2023 el vermut de Naranja y también la Crema de Ginebra y Turrón.

Tito Rodríguez, con uno de los formatos diseñados para hostelería.

Tito Rodríguez, con uno de los formatos diseñados para hostelería. / Picofino

De las cinco referencias de bebidas hoy se producen unas 100.000 botellas al año en total, aproximadamente unos 140.000 o 150.000 litros calculan. Los premios acumulados son numerosos no solo en España sino en citas internacionales como Londres, China y otros puntos en los que han obtenido los primeros galardones. Entre los planes de este año y el próximo, algunas nuevas sorpresas de productos, de presencia en los duty free de los aeropuertos y la exportación.

"Enviamos los primeros productos a México y luego seguimos por zonas de Europa. Dentro del plan de expansión 2024-2025 está ya la exportación, una línea que consideramos importante", explica Tito Rodríguez, que habla del origen y el futuro de la compañía en presencia de Santiago Martínez, director de Operaciones de la firma. Para este año y el que viene también está el plan de crecer en Siero. Tito Rodríguez es ovetense, pero vivió en Siero de los 8 a los 18 años, en Meres. "Nos gusta Siero, estamos encantados por muchas razones, también por la ubicación excelente y tal vez tenga algo de nostalgia por la juventud que pasé aquí", comenta Rodríguez.

"El crecimiento está siendo fuerte y necesitamos más espacio. La intención es, dentro del proyecto de futuro, aumentar la producción y focalizar ya toda la producción aquí, coger otra nave y realizar una inversión también en esta actual para hacer algo diferente, visitable, que la gente pueda ver una destilería, que pueda probar los productos y se puedan hacer catas", indica Rodríguez, que transmite la emoción y las ganas que pone en todo lo que hace cuando habla.

Sobre las que, a su juicio, son las razones de la trayectoria hacia adelante de esta iniciativa empresarial, explica que, por un lado, tenía otra forma de vida, en su agencia de comunicación, y que eso le permitió ir sin prisa a la hora de tomar decisiones y de adoptar las que realmente le apetecía para "hacer especial de verdad la marca".

"El crecimiento, que podamos haber llegado en muy poco tiempo a muchas personas, creo que ha sido porque tomamos las decisiones sin presiones de ningún tipo. Algunas serían equivocadas y otras acertadas, pero teníamos un camino, sabíamos donde queríamos ir para llevar a la marca y a la experiencia donde queríamos llegar", señala.

"Cuando creamos la marca Picofino no queríamos hacer solo un producto, unos líquidos, sino brindar una experiencia de marca. Es un poco lo que focalizamos desde el principio y lo que creo que nos sirvió para acercanos a la gente. Durante la pandenia, que fue los primeros meses de nuestra vida, y sobre todo ahora con la expansión en hostelería, tenemos todo un universo 'El Pico Fino way of life' que engloba una experiencia, incuso creando proyectos más allá de los líquidos, comos los mejillones y nuevos proyectos que tenemos", explica Rodríguez.

¿Por qué el nombre de Picofino? "El nombre lo teníamos claro. Tenemos ua frase, que hemos convertido en eslogan de comunicación, y es que 'no todo está inventado'. Queríamos que el producto fuese muy especial, estuviese al alcance de todo el mundo y que no se hubiese inventado antes. Y de ahí el concepto picofino, sibarita. Un sibarita canalla. Juntar ese producto exclusivo y gourmet con un toque más canalla", concluye.