Jordi Hurtado termina una edición más de «Saber y ganar», se reúne en el centro del plató con los concursantes mientras aparecen los títulos de crédito del programa. De repente, todo se sacude: «¡Lanó-chespá-ramí!». Los seguidores de «Amar en tiempos revueltos» ven el fin de un nuevo capítulo de «Amar en tiempos revueltos», creen que el capítulo de hoy ha sido bastante emocionante, pero eso no es nada al lado del sobresalto que los devuelve al presente: «¡Lanó-chespá-ramí!». «España directo» lleva a los espectadores de aquí para allá en un no parar. Justo cuando el reportero acaba de mostrar lo fácil que es preparar «chocopera» de postre y lo rico que está, entra una pausa publicitaria a traición: «¡Lanó-chespá-ramí!». Los incondicionales de los «Grandes documentales» de La 2 dormitan mientras un ñu está a punto de ser devorado por un cocodrilo (¿o eso lo echaron ayer y lo están soñando hoy?). «¡Lanó-chespá-ramí!» los despierta y cambian a Telecinco para poder seguir durmiendo.

Otros años los espectadores estábamos deseando que pasara rápido Eurovisión porque la canción sólo había hecho gracia al principio (como pasó con el «Chiki-chiki») o porque nos había saturado a la tercera semana de promoción (como pasó con el «Chiki-chiki») o por ambas cosas (como pasó con el «Chiki-chiki»). Pero este año quien más ganas tiene de que Eurovisión pase rápido es la Asociación Española de Cardiología, a ver si desaparece el «promo» que acecha escondido en cada pausa publicitaria de TVE.

Así las salas de urgencias de los hospitales volverán a la normalidad y dejarán de estar saturadas de telespectadores a los que el corazón les salió por la boca porque cuando estaban viendo la tele tan tranquilos les atacó sin previo aviso un «¡Lanó-chespá-ramí!» fuera de control.

¿Se acuerdan de aquel gag de «Martes y Trece» en el que los presentadores del Telediario se asustaban con las ráfagas musicales que separaban las noticias? Pues igual, pero ahora con «¡Lanó-chespá-ramí!». Signifique eso lo que signifique.

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