Oviedo, P. R.

El yacimiento de la Carisa, cuyos materiales arqueológicos evidencian los primeros indicios de la presencia militar romana durante la guerra de Roma con los astures; la Campa Torres, el castro más importante de la costa astur, cuyos materiales romanos denuncian una ocupación romana muy antigua, y la fortificación de Gijón, de gran protagonismo en el período tardío, serán elementos fundamentales en el discurso expositivo del Museo Arqueológico.

Carmen Fernández Ochoa, directora y coordinadora del proyecto museográfico del Arqueológico y catedrática de la Universidad Autónoma, es la autora, junto a Ángel Villa Valdés y Rosa Cid López, del área expositiva «Roma en Asturias», que comprende cinco siglos de la historia de Asturias desde la llegada de Roma a las tierras del Norte durante el reinado del emperador Augusto. Roma tendrá una gran presencia expositiva en el museo asturiano. Algo más de 600 piezas han sido seleccionadas por los tres especialistas, para su exposición.

El notable avance en la obtención de información sobre este período histórico que se ha producido en las últimas décadas en Asturias ha obligado a cambiar el anterior discurso histórico sobre la escasa romanización del Principado. «En la actualidad, carece de sentido mantener una visión reduccionista de esta etapa histórica amparada en determinados intereses ideológicos e incluso sentimentales que todavía pretenden preservar la "pureza" de esta tierra y sus gentes frente a cualquier injerencia o dominación ajena que pudiera afectar a las "esencias" del ser astur», se dice.

Los contenidos temáticos se organizan en tres bloques: Roma en el Finisterre cantábrico; el tiempo de las «civitates», con protagonismo de lugares con tradición de centralidad, tales como la Campa Torres, San Chuis, Coaña o Chao Samartín, así como la minería del oro y los cultos y espacios sagrados; y, por último, los tiempos y espacios en la Asturias tardorromana, con yacimientos como los de Bañugues, Soto de Luiña y Tamayanes, entre otros.

En lo que respecta a la museografía, los autores del texto advierten de que algunos aspectos, como la explotación del oro, requieren de una presentación física destacada de corte escenográfico. En otros casos, dicen, puede incluirse la teatralidad para recrear formas de vida o rituales. También recomiendan que se incorporen, en determinados puntos, elementos como consolas que indiquen que existen museos de los objetos o piezas que se exponen, como Gijón y Grandas de Salime.

El proyecto aconseja, asimismo, exponer un mosaico romano que se deba por perdido y algunos de cuyos restos se han encontrado en los almacenes del museo. Los fragmentos proceden del rescate urgente de la pieza realizado en Andallón (Las Regueras) en los años cincuenta del pasado siglo.