Calles vacías, marquesinas desiertas y poca circulación. Podría ser la imagen de un domingo de verano cualquiera, pero es un lunes laborable en pleno mes de marzo. La foto fija cambia en cuanto aparecen los primeros ciudadanos con mascarilla y guantes para iniciar una rutina marcada por la orden de confinamiento. Hoy no hay colas para entrar en el autobús. Tampoco en los bancos hay aglomeraciones. Las conversaciones, casi idénticas, giran en torno al coronavirus. "Yo hoy tengo que ir a trabajar, pero mañana nos van a reorganizar", comenta una pasajera. En el bus urbano se viaja holgadamente y sin problemas para mantener la distancia de seguridad.

Nos bajamos en una calle Uría en la que la banda sonora es el altavoz de la Policía Local advirtiendo de la orden de confinamiento. En las aceras las máquinas de limpieza no dan abasto para desinfectar las vías. Son las nueve menos cuarto y en los supermercados empiezan las primeras colas. En la mayoría recuerdan que es importante mantener la distancia de un metro, aunque en algunas superficies ya se ha tomado la medida de limitar el número de compradores que pueden estar dentro. Es nuestro turno. En apenas diez minutos compramos lo necesario para el día y pasamos por caja sin hacer cola. La arena para gatos, los geles desinfectantes y los jabones líquidos están agotados, pero no hay desabastecimiento en el resto de los productos.

Calles vacías y menos colas en los supermercados: así ha amanecido Oviedo en el primer lunes laborable tras la crisis del coronavirus

Calles vacías y menos colas en los supermercados: así ha amanecido Oviedo en el primer lunes laborable tras la crisis del coronavirus

Sanciones

El primer día laborable en Asturias con el decreto de estado de alarma decretado por la crisis del coronavirus se saldó, además de con calles vacías, con numerosas sanciones a los ciudadanos por incumplimiento de la normativa extraordinaria. Las autoridades patrullan muchos puntos de Asturias para intentar controlar la situación, pero algunos sucesos han sido inevitables.

En Oviedo, por ejemplo, la Policía propuso a Delegación de Gobierno hasta tres sanciones por incumplir el decreto. Los vecinos, parece ser, hicieron caso omiso a las normas y protagonizaron situaciones de resistencia a la autoridad. Ayer, también en la capital, un propietario de un bar del Antiguo acabó detenido por negarse a cerrar su local.

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Las calles de Asturias se vacían tras el estado de alarma decretado por el Gobierno

En Gijón, por otro lado, treinta locales fueron sancionados por no cumplir el orden del cierre y otras sesenta personas fueron denunciadas, contando desde ayer, por estar sin motivo autorizado en la vía pública. Veinte personas, además, fueron multadas ayer,

Tampoco se libró de sanciones a ciudadanos Avilés. Una mujer, por ejemplo, fue sancionada por pasear a su perro lejos de su domicilio. Hay que recordar que pasear a las mascotas es una de las actividades que permite la normativa. Además de eso, desde ayer, la Policía Local tramitó 14 denuncias por presencia de gente en la calle sin justificación.

En Mieres también se registraron algunos incidentes. El más reseñable lo protagonizó una pareja que paseaba por la calle y, requeridos por la Policía, se negaron a identificarse e incluso llegaron a increparles. La Policía Nacional abrió diligencias por desobediencia.

También hubo sanciones en Laviana. La Policía Local ha sancionado a tres personas y cerró un establecimiento por no cumplir con las medidas que se aplican en el estado de alarma. Ocurrió durante la mañana del primer día laborable después de que comprobar que estos vecinos estaban saltándose la orden gubernativa aprobada para evitar la propagación del coronavirus.

Desde ayer, los asturianos se han movilizado para denunciar a quienes se saltan el estado de alarma. De hecho, en pocas horas se registraron más de 300 llamadas al 091. Las sanciones por saltarse el estado de alarma a raíz del coronavirus van desde pequeñas multas hasta a penas de cárcel.